El Levante deberá subir varios puertos de montaña en la dura etapa por la permanencia que tiene prevista la línea de meta en Vallecas en el mes de Mayo. El primer repecho será en balaídos, un campo difícil donde pocos equipos han conseguido rascar algún resultado positivo este año. El partido frente a Las Palmas en el Ciutat o la visita a Eibar son citas marcadas en el calendario en las que el Levante deberá avituallarse de puntos ante lo que le esperará a continuación.

En los meses de Febrero y Marzo, al equipo de Rubi le esperan todas las etapas alpinas. Recibirá al Barça (7 de Febrero) y al Real Madrid, además de viajar a estadios difíciles como el Sánchez Pizjuan o el Madrigal.

La salvación no se presume muy cara, pero el Levante tendrá que acercarse como mínimo a los 37 puntos logrados la temporada pasada sino quiere transitar sin opciones en las últimas jornadas. Durante la segunda vuelta el conjunto granota recibirá a rivales directos como el Sporting, Getafe o Espanyol, pero la mayoría de partidos donde realmente se jugará la permanencia serán a domicilio y con el hándicap de traer malos resultados para un posible desempate en caso de igualdad a puntos. Los granotas tendrán que viajar a Granada, Málaga, Sevilla (Betis), Vallecas, San Sebastián o La Coruña, en duelos en los que un punto será insuficiente y cada derrota se contabilizará como un paso más hacia el infierno que espera al final de una travesía que hasta el momento está siendo tenebrosa para el equipo granota.

Será clave el apoyo de la afición y recuperar el fortín que antaño fue el Ciutat de València. Cada jornada a partir de ahora es una final en la que los puntos que se escapen harán un poco más profunda la herida que el levantinismo pretende cicatrizar manteniéndose unido. Las matemáticas están en contra de los granotas, pero se ha demostrado que la liga es una competición muy larga en la cualquier situación puede reconducirse o viceversa.