El entrenador del Levante Rubi comparecía en rueda de prensa tras caer en Balaídos por 4-3 en un mal partido a nivel general. Una primera hora de juego nefasta para el Levante permitió a los celestes adquirir una ventaja de tres goles (doblete de Guidetti y Aspas tras 'jugadón' individual), cuando llegó el arreón de los granotas. Deyverson y Pedro López recortaron distancias, pero apareció el chileno Orellana para rematar la victoria. Al final del partido, Morales metió el miedo en el cuerpo de los de Berizzo, pero el Levante sumó una nueva derrota.

''Ha sido uno de nuestros peores partidos defensivamente, aunque me voy con un sabor agridulce tras quedarnos a un gol de remontar el partido. Hemos permitido al Celta sentirse muy cómodo y nos han hecho tres goles por nuestra facilidad atrás. En la segunda parte tengo que destacar el trabajo y la fe de mis jugadores, que no se rindieron''. Se lamentaba de esta manera el catalán, que no remonta el vuelo del Levante.

El portero Diego Mariño atendía a la radio oficial del club levantinista, donde se mostró muy sincero y realista: ''Empezamos el partido realmente mal, no dábamos tres pases seguidos. Ellos hicieron su juego realmente con mucha facilidad. Veníamos de una buena dinámica en cuanto a juego (no de resultados), y el shock de vernos con tres goles abajo nos ha pasado factura''. En cuanto al futuro del equipo, se muestra optimista: ''Hoy era un partido que esperábamos haber conseguido algo positivo, y tenemos una urgencia por sumar de tres en tres. El partido ante Las Palmas es muy importante porque jugamos en nuestra casa ante un rival directo por evitar el descenso''.

Con todo esto, el Levante se hunde en la última posición de la tabla y el próximo lunes recibe a Las Palmas en un partido vital para evitar el descenso. Los de Rubi no pueden fallar más, y menos ante su afición.