Una de las cosas que ha caracterizado al Levante y a su afición en sus 107 años de historia es la perfecta armonía que existe en la relación entre ambos. El equipo granota se ha apoyado en su afición en las circunstancias más adversas que han tenido lugar en el Ciutat de València. Independientemente del resultado, los aficionados llevan en volandas a sus jugadores cada vez que pisan el césped del feudo levantinista.

Esta unión en los momentos más complicados ha creado una relación de amor entre los jugadores y la afición. Un amor que hace que los aficionados crucen toda la Península para acompañar a su equipo a Ipurúa, estadio en el que se juegan tres puntos vitales para continuar vivos en la lucha por la permanencia. Si bien es cierto, el club es consciente de la importancia que tiene la afición para los jugadores y ha decidido financiar el viaje a Eibar.

Como ya ha hecho en las pasadas temporadas, el Levante ha puesto su granito de arena para que los jugadores se sientan como en casa en cuanto pisen el césped del estadio armero. Por ese motivo, el club se ha hecho cargo de los costes del desplazamiento de la afición, gracias a la organización de la Delegación de Peñas. De esta manera, el levantinismo pondrá rumbo a Eibar el domingo a las 6:00 desde el parking del Ciutat de València.

Esta iniciativa ha calado en la afición granota, quienes han querido aprovechar la oportunidad para animar a su equipo en el estadio Municipal de Ipurúa. Hasta allí viajarán 114 aficionados que han agotado las entradas de la grada visitante, dispuestos a hacerse notar para que sus jugadores se sientan como en casa el domingo a las 18:15. Un hecho más que positivo para el Levante, ya que lleva desde la jornada 6 en descenso. En este caso, el levantinismo está a las duras... y a las más duras.