El Levante sumó tres puntos vitales en la lucha por la permanencia en el partido más crucial de los que le quedan al conjunto de Rubi esta temporada. Giuseppe Rossi acudió al rescate del levantinismo para ganar el derbi valenciano en un partido muy emocionante y muy disputado en el que los dos equipos dispusieron de muchas ocasiones. Los locales dieron un paso de gigante para quedarse en Primera División.
El conjunto local arrancaba el partido bajo la presión que le otorga saber que, a falta de diez jornadas, el derbi valenciano se podía convertir en su última bala para quedarse en Primera División. Por ese motivo, el Levante pisó el césped dispuesto a no desperdiciar ni uno de los 90 minutos que iban a disputar en el Ciutat de València. Con Deyverson como principal propulsor, iniciaron una presión muy arriba para recuperar el balón cuanto antes.
Sin embargo, sería el Valencia quien avisaría en primer lugar. Tras un mal depeje de Lerma, el conjunto blanquinegro recuperó el balón en la frontal del área y Javi Fuego le puso un balón en profundidad a Feghouli, quien se quedó solo al dejarla pasar Feddal, incomprensiblemente. El jugador argelino se quedó mano a mano contra Diego Mariño, que estuvo muy ágil para detener el disparo raso y cruzado del jugador del Valencia. Gran susto para los granotas.
Un partido de ida y vuelta
Un susto que volvió a despertar al equipo local, que se vino arriba y empezó a llegar con más peligro a la portería defendida por Diego Alves, aprovechando la lesión de Cancelo. El lateral portugués del Valencia tuvo que abandonar el terreno de juego y entró Barragán sin haber calentado. Algo que intentó aprovechar el Levante, especialmente Morales. El extremo madrileño encaró al lateral gallego dentro del área con un autopase que cayó en las botas de Rossi, quien mandó el balón a la cepa del poste. Una jugada polémica en la que el Ciutat pidió penalti por una obstrucción al '11' granota.
Cancelo tuvo que dejar su puesto a Barragán tras sufrir una lesión todavía en la primera parte del encuentro
El ritmo del partido subía por momentos y el Valencia no estaba dispuesto a quedarse atrás. El equipo blanquinegro no quería verse achicado ni venirse abajo ante el ímpetu del Levante, por lo que trató de protagonizar una réplica. La respuesta nació, de nuevo, de las botas de Sophiane Feghouli. El argelino protagonizó una gran conducción en diagonal hacia el área y acabó disparando con el interior de su pierna izquierda buscando el palo largo. Sin embargo, trató de ajustar tanto el remate que se le fue fuera. Se ponía interesante el partido.
La necesidad del Levante y la entrega de sus jugadores estaba dejando patente en el campo que el conjunto granota no está dispuesto a apearse de la categoría. Como si de un canterano se tratase, Deyverson se estaba dejando la piel en cada jugada, peleando cada balón a muerte, como si fuera el último. El delantero brasileño corría todos y cada uno de los balones como si la vida le fuera en ello, algo que le permitía gozar de ocasiones. Peleó con Abdennour un balón largo no, lo siguiente, y le acabó robando el esférico en la línea de fondo, pero no fue capaz de batir a Diego Alves sin ángulo.
Indulto del colegiado
El partido pudo adquirir un color completamente granota en el minuto 36. En ese momento, Deyverson recuperaba el balón en el centro del campo y lanzaba un contragolpe para coger desprevenida a la zaga valencianista. Al realizar el pase, Parejo llegaba tarde y le propinaba una zancadilla que pudo suponer la segunda cartulina amarilla del '10' blanquinegro. El colegiado dio la ley de la ventaja y decidió no expulsarle. El mediocentro del Valencia había jugado con fuego y estuvo a punto de quemarse.
Lejos de perder el tiempo lamentándose y protestando al árbitro, el Levante siguió empujando y luchando por adelantarse en el marcador en los últimos minutos de la primera parte, pero la fortuna no estaba de su parte. A la salida de un córner Feddal protagonizó un poderoso testarazo que Diego Alves consiguió desviar con la punta de los dedos a saque de esquina. Un minuto después, Deyverson tuvo una doble oportunidad más que clara. Un zurdazo desde fuera del área fue repelido por el guardameta brasileño, el rechace le cayó a Morales, quien puso un centro medido al '20' granota en el área pequeña, que remató fuera a pesar de estar completamente solo.
La ocasión más clara para los locales se había saldado sin recompensa y Deyverson quiso disculparse ante su afición, levantando las dos manos en señal de arrepentimiento. La hinchada granota era consciente del partidazo que estaba desempeñando el brasileño y contestó con una sonora y cariñosa ovación. Los dos equipos se marchaban al vestuario con el mismo resultado, pero con sensaciones completamente diferentes, el Levante se sentía capaz de llevarse los tres puntos.
La segunda mitad arrancó igual que la primera, con el dominio local de la posesión gracias a un centro del campo muy bien armado con un omnipresente Simao Mate, que aparecía en todas las jugadas para hacer gala de sus facetas defensivas. Sin embargo, las ocasiones tardaron en llegar. El Valencia, bien replegado atrás, esperaba su ocasión, mientras que el Levante estaba llevando el peso del partido en busca de los tres puntos.
'Il Bambino' golpea de nuevo
En ese contexto apareció 'Il Bambino', el gran Giuseppe Rossi. Gracias a la entrega de Deyverson, el Levante consiguió un saque de banda muy cerca del córner, algo que se convierte en una ocasión de peligro si el encargado de ejecutarlo es Juanfran. El capitán puso el balón en el corazón del área para que Rossi empalmara una volea entre cuatro defensores valencianistas que se quedaron perplejos viendo cómo el balón se introducía en el fondo de la red. El Valencia volvía a sufrir la capacidad goleadora del italiano, siendo el equipo de la Liga BBVA al que más goles le ha marcado.
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El Levante no tenía suficiente y quería solucionar el partido cuanto antes, por lo que siguió buscando la portería defendida por Diego Alves para ampliar la distancia en el marcador. Para no bajar el ritmo, Rubi empezó a mover el banquillo, aunque también estuvo obligado por el enorme golpe en la cara que se llevó Simao en la disputa de un balón aéreo con Parejo. La cabeza del valencianista impactó en la cara del mozambiqueño, que se marchó del campo en camilla.
El Valencia quería puntuar en el Ciutat de València, por lo que cambiaron las tornas en el césped del estadio granota. Los blanquinegros se hicieron con la posesión para buscar el empate, mientras que el Levante dio un paso atrás para defender la renta obtenida. El conjunto visitante no consiguió sobrepasar el muro defensivo del equipo granota y no fue capaz de poner las tablas en el marcador.
El Levante sumaba tres puntos determinantes en su lucha por permanecer en la máxima categoría del fútbol español. Los granotas se defienden como gato panza arriba para seguir siendo un equipo de Primera División. El levantinismo no está dispuesto a apearse de la Liga BBVA y, para ello, se llevaba la victoria en el derbi valenciano en la semana previa a las Fallas. Valencia es granota.