Al margen de la enésima derrota del Levante en el partido de ayer en Sevilla, no cabe duda de que fue un encuentro especial para uno de los fichajes invernales del conjunto de Orriols. Joan Verdú volvió al césped del Benito Villamarín por primera vez desde su marcha en el verano de 2014, cuando puso rumbo a los Emiratos Árabes Unidos para enrolarse en las filas del Baniyas SC.

El barcelonés tuvo la primera gran ocasión de su equipo, que se encontró muy cómodo durante toda la primera parte pero sin acierto de cara a puerta. Verdú remató prácticamente a bocajarro un centro perfecto pero su remate salió bastante desviado al golpear mal el esférico. Después fueron sucediendo las ocasiones de Rossi o Medjani, pero fue finalmente Rubén Castro el que encontró la fortuna de cara a gol para dar los tres puntos a su equipo, alcanzar casi la salvación y hundir al Levante en el fondo de la tabla.

Verdú, canterano del FC Barcelona, disputó un partido con el actual mejor equipo del mundo. Después pasó tres temporadas en A Coruña, en las filas del Deportivo, pero donde realmente despuntó fue en el Espanyol, completando cuatro temporadas al máximo nivel, donde metió veintitrés goles. Se le relacionó aquel verano de 2013 con la Premier League o el calcio, pero finalmente acabó en las filas del Betis, su rival de ayer, para sustituir a Beñat, que marchó al Athletic de Bilbao. Después de un año en Asia con más pena que gloria, la Fiorentina se hizo con sus servicios esta temporada. Fue entonces cuando el pasado invierno el Levante llamó a sus puertas, tras un inicio bastante irregular en Italia donde apenas disputó partidos con el club viola. Ahora Verdú, junto a otros tantos, es el encargado de levantar el vuelo de un Levante que cada día se acerca más a Segunda División.