El Levante acudió a Los Cármenes con la intención de conseguir una victoria vital para acercarse a la permanencia, pero el conjunto de Rubi protagonizó un partido nefasto en el que prácticamente no tuvo ninguna opción de puntuar. Lejos de dar su mejor versión, el equipo granota fue arrasado en la primera parte y cayó derrotado contundentemente contra un Granada que no tuvo compasión y que quiso solventar su momento complicado a costa de un Levante que acabó hundido.

(0-3: Muy mal / 4: Mal / 5: Regular / 6: Bien / 7: Bastante bien / 8: Muy bien / 9: Fantástico / 10: Excelente / S.C: Sin clasificar).

Rubi

3 | El técnico catalán desplegó una idea de juego un tanto arriesgada. Los planes de Rubi estaban basados en defender con las líneas muy juntitas en torno a su área, lo que obligaba a regalarle la posesión al Granada. De esta manera, el Levante esperaba su oportunidad de salir a la contra gracias a la velocidad de Morales y Deyverson. Sin embargo, eso fue lo que hizo el equipo local gracias a Success. Salió a verlas venir y lo único que vio es cómo se le fue el partido de las manos.

El entrenador del Levante no fue capaz de transmitirle a los jugadores lo que se estaban jugando y saltaron al césped sin intensidad. Viéndoles jugar nadie diría que la salvación estaba en juego. Y todo parece indicar que fue idea de Rubi. El equipo salió a esperar en su campo y a ver qué pasaba, y lo único que pasó es que perdieron una oportunidad de oro por incomparecencia.

En el descanso intentó mover ficha dando entrada a Cuero y Camarasa, dos incorporaciones que permitieron que el Levante diera una mejor imagen de la ofrecida hasta el momento. Dos cambios que coincidieron con un momento de relajación por parte del Granada, que ya ganaba por 3-0. Finalmente, el conjunto granota se marchó de Los Cármenes arrollado y hundido de cara a las últimas 3 jornadas.

Diego Mariño

3 | Comenzó el partido con seguridad atrapando centros aéreos y disparos sin demasiado peligro. Sin embargo, no estuvo a la altura en la primera ocasión clara contra Success y todo fue a peor. Unos minutos después encajó un penalti y, antes de acabar la primera parte, protagonizó un fallo estrepitoso en un disparo raso, sin potencia y un poco centrado de Rochina. Al final se marchó goleado y desesperado por las decisiones arbitrales.

Jefferson Lerma

3 | Sin intensidad y sin garra, como medio equipo. El colombiano, al igual que muchos de sus compañeros, no parecía ser consciente de lo que se estaba jugando el Levante. Sufrió demasiado en defensa para lo poco que le exigieron. Se durmió al controlar un balón suelto, se lo arrebató Success y el nigeriano asistió a placer para que Rochina pusiera el 3-0. Rubi se empeña en colocarle en el lateral derecho pero, evidentemente, no es su mejor posición.

Carl Medjani

4 | El central argelino cumplió con sus duelos particulares, pero no fue capaz de dirigir a una defensa completamente novedosa que nunca había jugado junta. No tuvo la culpa de ninguno de los goles ni de la goleada sufrida, pero un defensa de sus características debería haber contagiado al equipo con mucha más garra y contundencia, a pesar de llevar pocos meses defendiendo la elástica granota.

David Navarro

3 | Se despistó en una posesión del Levante y se comió un balón largo de la zaga granadina. Trató de enmendar su fallo persiguiendo a Success, pero fue incapaz de igualar la velocidad del nigeriano y el Granada se adelantó en el marcador. Estuvo blandito, fuera de forma y no consiguió aportar su contundencia en anteriores episodios. Fue uno de los señalados por Rubi en el descanso y se marchó sustituido.

Lucas Orban

2 | Volvió a contar con una oportunidad ante las bajas de Toño y Juanfran, pero no la aprovechó. Sufrió desde el minuto 1 ante la velocidad y el desborde de un Success que se convirtió en el jugador más  determinante del Granada durante la primera mitad. En ataque no aportó nada y en defensa apenas apareció. Para colmo, fue el protagonista del penalti del 4-1, al recibir un balonazo en la mano.

Simao Mate

2 | El Levante echó mucho de menos su poderío físico y su contundencia en el centro del campo. El jugador mozambiqueño ocupó la medular junto a Verza y se vieron completamente desbordados, tanto en ataque como en defensa. Fueron incapaces de protagonizar más de tres pases seguidos y en labores defensivas estuvieron desapercibidos y muy blanditos. Por último, la desesperación le hizo pecar de agresividad en los últimos minutos ante un Granada que no tuvo compasión por un equipo que está viviendo exactamente lo mismo que ellos. Simao fue expulsado por doble amarilla.

Verza

3 | El centrocampista del Levante estuvo completamente desapercibido en la primera mitad, viéndose superado por la medular granadina. Además, perdió su marca en un córner y saltó con los brazos abiertos tratando de repeler el remate de cabeza, y eso hizo. El testarazo le dio en el brazo, provocando un penalti que se convertiría en el 2-0 del Granada. Tampoco fue capaz de hacer valer su gran desplazamiento a balón parado y estuvo perdido durante todo el encuentro.

Joan Verdú

3 | El jugador catalán estuvo muy desapercibido en la banda derecha y fue incapaz de intervenir en el juego de equipo. La gran cualidad de Verdú es su toque del balón, pero el Levante le regaló la posesión al Granada y no consiguió encontrar su lugar en el terreno de juego. En la segunda parte centró su posición junto a Camarasa y Verza, pero tampoco fue capaz de aportar su granito de arena.

Morales

5 | El extremo granota fue el más activo del Levante durante el primer tramo del partido. Haciendo gala de su veloz conducción acechó al Granada desde la banda izquierda sacando centros muy peligrosos. En la segunda parte siguió intentándolo, pero no estuvo acertado dando el último pase y sus jugadas quedaron en nada. Lo que no se le puede negar es que fue de los pocos que confiaban en las posibilidades del equipo y que lo intentó con insistencia. En la segunda mitad fue el mejor del equipo junto con Cuero y fue sustituido incomprensiblemente.

Giuseppe Rossi

3 | Completamente desaparecido durante la primera parte. El italiano no tuvo prácticamente movilidad, no ayudó al centro del campo en la salida del balón y las ocasiones que tocó el cuero en ataque estuvo lento y sin ideas. Se le vio tan apático que Rubi decidió sustituirle en el descanso para dar entrada a Mauricio Cuero.

Deyverson

4 | Apenas recibió balones en ataque, y eso acabó por desesperarle. Trató de inculcar su intensidad al resto de sus jugadores, pero no surgió efecto y lo único que consiguió fue una amarilla. Recibió varios centros peligrosos de Morales, pero el delantero brasileño no consiguió rematar a portería. En la segunda mitad dispuso de las ocasiones más claras del Levante, pero no estuvo acertado de cara a puerta.

Mauricio Cuero

7 | El jugador cafetero salió al terreno de juego tras el descanso y sus primeras actuaciones reflejaron lo que necesitaba el Levante: atrevimiento, verticalidad e intensidad. La mayoría de jugadas ofensivas de los visitantes en la segunda mitad las protagonizó él, encarando una y otra vez a Biraghi y tratando de asistir con centros a Morales y Deyverson. Revolucionó el encuentro por completo, pero no fue capaz de darle la vuelta al resultado.

Víctor Camarasa

6 | El Levante no había aparecido en el centro campo durante la primera parte y la entrada de Víctor sirvió para realizar un cambio táctico para tratar de solventarlo. Rubi Cambió el 4-4-2 por el 4-3-3, con Camarasa, Verdú y Verza en la medular. La variante táctica coincidió con la relajación del Granada en la segunda mitad y el equipo granota mejoró. El canterano fue de lo poco que se salvó de la quema, pero poco pudo hacer ante esa situación.

Rubén García

6 | El canterano granota salió al campo siendo consciente de lo que implica ser un jugador del Levante y de lo que significa vestir la elástica granota. El interior zurdo salió en el lugar de Morales y fue atrevido en cada uno contra uno. Junto a Morales y Cuero, fue de los pocos que intentaron tirar del equipo para seguir luchando. Consiguió anotar un gol que le devolvía la esperanza al levantinismo, pero a los escasos minutos se desvaneció todo con el penalti que Jaime Latre se sacó de la chistera.

Jaime Latre

3 | El colegiado no estuvo nada acertado en el encuentro disputado en Los Cármenes en la noche del jueves. Señaló dos penaltis en contra del Levante, uno dudoso y el otro inexistente, dos decisiones que siguen creando polémica acerca de las interpretaciones sobre las manos. El reglamento sigue dejando cierto vacío legal que permite la libre interpretación de los árbitros sobre este tipo de jugadas, lo que crea disparidad de decisiones y de opiniones.

La primera de ellas parece una decisión acertada, ya que un centro había superado a Verza cuando éste saltó de cabeza con los brazos separados del cuerpo ocupando un espacio por el que iba a introducirse el testarazo de El Arabi. A priori, lo que implica el hecho de que se convierta en falta es la intencionalidad, por lo que el colegiado pudo intuir que el futbolista del Levante extendió los brazos para ocupar más espacio.

El Levante no entendió las decisiones del colegiado | Foto: Antonio L. Juárez
El Levante no entendió las decisiones del colegiado | Foto: Antonio L. Juárez

Un penalti inexistente desquició al Levante

Hasta ahí todo correcto, aunque interpretable. El problema llegó cuando el Levante había conseguido meterse en el partido. Rubén García acababa de anotar el 3-1 que le permitía seguir soñando. Fue entonces cuando Peñaranda estaba encarando a Orban en el borde del área y puso un centro potente que impactó directamente en el brazo del argentino. Un brazo que no se movió en ningún momento y que estaba tan pegado al cuerpo como es posible cuando una persona corre. A pesar de ello, Jaime Latre señaló un penalti inexistente.

El Arabi anotó la pena máxima y lo celebró ‘disparando’ en la cara de Diego Mariño, haciendo gala de su nula deportividad. El Levante estaba hundido por el resultado, por el posible descenso, por las decisiones arbitrales y, encima, los jugadores del Granada calentaban el partido. Una situación que provocó que el partido se fuera calentando hasta el punto de que Simao Mate fue expulsado tras hacer dos entradas consecutivas en las que tocó el balón. Sí, en las dos. El colegiado no señaló falta hasta que los jugadores del Granada salieron corriendo hacia Simao y fue entonces cuando le mostró la segunda amarilla.

De esta manera, el Levante se marchaba hundido anímicamente tras perder de forma merecida un encuentro en el que el árbitro se cebó con el conjunto granota. El único momento en el que los valencianos pudieron meterse en el partido duró unos instantes, ya que el colegiado se inventó el penalti de Lucas Orban.