Volvía la Copa del Rey a Butarque. Y se volvió a repetir el guión del año pasado cuando el Leganés quedaría eliminado en la tanda de penaltis frente al Racing. Esta vez fue el Numancia y las paradas de Munir los que dejaron fuera a los hombres de Garitano después de conseguir mandar a la prórroga el encuentro gracias a la vaselina de Carlos Álvarez y empatar el encuentro después del gol de cabeza de Braian Rodríguez para los sorianos.

Noventa minutos de igualdad

El partido en sus noventa minutos se vio dominado por la igualdad. A pesar de ello, el conjunto de Garitano intentó y lo consiguió por tramos del encuentro, imponerse en el dominio del juego. El Leganés se volcó sobre todo por su banda izquierda, donde Aguirre con su velocidad y habilidad buscaba una y otra vez línea de fondo en busca de colgar balones a un área que parecía infranqueable. Pero sería por la otra banda, por la de Velasco, por donde llegaría el único acercamiento con peligro de los primeros cuarenta y cinco minutos, cuando Velasco apuró línea de fondo y la puso abajo para que llegara Carlos Álvarez pero Munir atajó bien.

En la segunda mitad continuaría la tónica de los los primeros cuarenta cinco minutos. El Leganés continuaba mandando y queriendo llevar la iniciativa pero se chocaba con una muralla numantina. Por su parte el Numancia buscaba balones en largo para su hombre de arriba, Braian Rodríguez (0-1), y en uno de esos balones en largo el ariete uruguayo cazaría un buen centro de Gerrit para adelantar a los suyos en el minuto 71 y dejar helada a la afición pepinera.

Apareció Eraso 

El Leganés necesitaba el empate y se volcó en busca de la igualada. Pero no fue hasta el minuto 87 cuando apareció la genialidad de la noche. Eraso se inventa un pase para romper el muro numantino y dejar solo al guaje, Carlos Álvarez (1-1), para que este de manera sutil batiera a Munir con una vaselina y mandara el partido a la prórroga.

Munir, héroe en los penaltis

En la prórroga la igualdad seguiría patente. El miedo a encajar un gol y el cansancio hicieron mella en ambos conjuntos. Por lo que los treinta minutos extra no fueron suficientes para decantar un vencedor y se llegaría a la tanda de penaltis.

Y aquí apareció el protagonista de la noche en Butarque. Munir Mohand Mohamedi. El melillense se encargó de parar los dos primeros lanzamientos pepineros, Eraso y Aguirre. Dos paradas más que suficientes para que el Numancia, después de no fallar los suyos, se impusiera en el marcador por 1-4 y dejara fuera del torneo del KO al equipo pepinero. 

VAVEL Logo
Sobre el autor
Víctor Gil
Comunicador audiovisual. Comunicando o fuera de cobertura. De mi puño y tecla.