Partido intenso y emocionante el vivido en la tarde del domingo en Butarque. Leganés y Racing empataron a goles después de que los santanderinos se econtraran con un 0-2 en apenas dos minutos, pero el Leganés repitió la segunda parte que ya se marcó contra el Mallorca, y empató el partido en el descuento, pudiendo incluso lograr la remontada.

Concha y Koné noquean al ‘Lega’ en la primera parte

Con diez minutos iniciales de igualdad, con ambos equipos intentando hacerse con el dominio de la pelota, y por tanto del partido, el Leganés fue quien encontró en la primera ocasión del partido. Llegó en el minuto 25’, cuando Borja Lázaro se marchó en velocidad superando a la defensa rival, y en un mano a mano con Mario, el delantero pepinero no logró batir al portero del Racing.

Sin embargo, el Racing iba a encontrar un premio inesperado en el 36’. Dos goles en apenas dos minutos. En un despropósito defensivo del Leganés, Koné logró marcharse de la defensa, introducirse en el área, y poner el balón para que se pasease por el área pequeña y Francis rematara a placer totalmente sólo en el lateral izquierdo pepinero. El disparo le salió mordido, y en una segunda oportunidad, Concha, con más acierto, batió a Queco Piña por bajo.

No dio tiempo a asimilar el gol a ningún equipo, cuando tras el saque de centro por parte del Leganés, Koné robó la pelota tras un mal control de Candela, y decidió chutar desde veinticinco metros. Coló el balón en las redes, y puso pies en polvorosa en el 37’, inmediatamente después de lograr el primer tanto.

Reacción y cuasi-remontada pepinera

La segunda parte fue otra historia. El Leganés se pareció al del Mallorca, ese que remontó con tres goles en la segunda parte, y tomó rápidamente el control del partido ante un Racing que parecía decidido a esperar a atrás. Lo hizo, pero sin contraataque alguno. El Leganés se sintió así cómodo y poco a poco fue ganando terreno.

Asier Garitano dio entrada, en el 56’, a Carlos Álvarez y Diamanka en busca de un juego más ofensivo. Le hacían falta dos goles para puntuar, y afortunadamente para el equipo pepinero, Diamanka tuvo un disparo agraciado en el 61’, cuando tras una eléctrica jugada de Rubén Peña por banda derecha, el senegalés puso el balón en la mismísima escuadra contraria con un gran golpeo. Recortó así distancias el Leganés, y encontró motivos para creer.

A partir de entonces, continuas llegadas pepineras sin éxito y pérdidas de tiempo santanderinas fueron el resumen del partido. Pérdidas de tiempo que supusieron algún rifi-rafe que otro, en el que el jugador del Racing, Andreu, terminó viendo la tarjeta roja directa por soltar una colleja a Rubén Peña.

Se quedó con diez el equipo de Paco Fernández en el 89’, y lo aprovechó el Leganés, que con la inercia de un Butarque desbordante de fe, encontró el empate en el 91’. Un balón colgado al área acabó en el poste tras un cabezazo de Eizmendi. El baló, repelido hacia el centro del área, lo empaló Álvaro García para lograr el éxtasis en el feudi pepinero. Empataba el partido el Leganés, para impotencia racinguista. Pudo ser peor para los del norte, pues un disparo cruzado de Eraso en el límite de tiempo pudo haber supuesto la remontada definitiva. No fue así, y el partido terminó con reparto de puntos, y con un sabor totalmente diferente en ambos conjuntos.

Primer punto racinguista

El Racing cosechó su primer punto en esta Liga Adelante, después de caer derrotado en las cuatro primeras jornadas. Se le escapó in extremis la victoria a los de Paco Fernández, en un estadio en el que el Leganés ha demostrado no darse por vencido hasta el pitido final, lo que le ha servido para conseguir cinco de los seis puntos que ya acumula.