El Club Deportivo Leganés sufrió su tercera derrota consecutiva al caer frente al Sporting de Gijón, en un partido en el que los visitantes no tiraron a puerta. Sin embargo, un gol en propia puerta de Velasco sirvió para que los asturianos se adelantaran en el marcador. Los pepineros no pudieron arreglarlo, pero lo intentaron hasta el final, y los de Abelardo pidieron la hora en vistas de que el gol del empate podría caer. No fue así, y los tres puntos viajaron a Gijón, y con ellos el liderato.

Mucho pelotazo y poco fútbol

Velasco marcó en propia puerta en el minuto 12 para adelantar al Sporting de Gijón

El partido arrancó con muchos balones al viento, reflejo de ciertas inseguridades futbolísticas iniciales por parte de ambos equipos, quizá más notablemente en el Leganés, que quería alejar lo más posible el balón de su portería en los primeros compases. Un inicio de partido en el que parecía encontrarse más cómodo el Sporting, quien encontró premio en el minuto 12, tras botar una falta, casi córner, desde la banda izquierda. La pelota lanzada por Juan Muñiz se internó en el área pequeña, y el extremo pepinero Velasco la coló en propia puerta. Gol visitante tras un infortunio local que complicaba las cosas para los de Garitano.

No obstante, la inercia del gol fue contraria, pues el Leganés empezó a fabricar llegadas y acercamientos ante un Sporting que empezó cada vez a aguantar más atrás, sin cesar, eso sí, los continuos pelotazos. Costaba bajar el balón al piso y generar fútbol de toque, pues los asturianos presionaban mucho y bien la salida de pelota del Leganés, que no encontraba claridad en su juego. El objetivo era esperar el error local y contraatacar para marcar el segundo. Y a punto estuvo de conseguirlo el equipo de Abelardo, cuando Juan Muñiz se marchó en carrera y buscó a Pablo Pérez, quien no llegó a meter la pierna cuando le pelota se paseó por delante de la portería de Serantes.

Poco más iba conseguir el Sporting de Gijón en ataque en todo el partido. El Leganés era sin duda alguna el protagonista.

Acoso pepinero y cerrojo sportinguista

La defensa asturiana frustró una y otra vez los acercamientos pepineros

La segunda mitad fue un intento continuo del Leganés, frustrado una y otra vez por la defensa del conjunto asturiano. Las llegadas del conjunto blanquiazul no terminaron de ser peligrosas para Alberto, salvo un disparo de Velasco que hizo estirarse al guardameta, o un disparo de Chuli. Sin embargo, el acoso era patente, y la defensa del Sporting empezaba a ser cada vez más correosa para los locales, pues no conseguían penetrarla más que con balones por alto.

La entrada de Diego Aguirre y de Rubén Peña dieron un poco más de profundidad al equipo por las bandas, y el peligro llegó con ellos. El Sporting, con la entrada de Ndi, buscó aprovechar mejor los contraataques y las pérdidas del Leganés, pero Serantes apenas tuvo trabajo en la segunda mitad.

Los minutos pasaban a favor de un Sporting que aguantaba el resultado a sabiendas de que el Leganés iba morir en el área rival. Los córners fueron suspiros continuos, de alivio para los visitantes y de rabia para los locales, pues ninguno acabó en gol. Mantovani pudo ser protagonista de la noche si el colegiado llega a pitar penalti en una acción polémica donde el central argentino fue empujado antes de cabecear un balón. Los blanquiazules sólo pudieron protestar la negativa del árbitro, que una vez más se frustró a la grada pepinera.

Sin tiempo para más, el partido murió y el Sporting celebró la victoria que les daba el liderato momentáneo como si de un ascenso se tratara. Bien porque los tres puntos en Butarque siempre son difíciles de conseguir, o bien porque en partidos como estos es donde se consiguen los ascensos. En el feudo pepinero Betis y Valladolid no lograron la victoria, y Las Palmas aún ha de visitar Butarque.

Tercera derrota consecutiva y el Betis en el horizonte

El Leganés cosecha con ésta la tercera derrota seguida, tras caer anteriormente contra Alcorcón y Tenerife. Malos números a pesar de que mereció más en estos últimos partidos. El sábado que viene los pepineros visitan al Villamarín para enfrentarse a otro grande que lucha por el ascenso, y que supondrá estirar esta mala racha, o cortarla de raíz.