Cuando dos equipos esperan como de agua de mayo que pase la semana y llegue el partido correspondiente, los inicios del mismo suelen ser muy intensos y últimamente, los comienzos en Santo Domingo no son buenos para los locales. Ante el Villarreal volvió a repetirse la historia. A los siete minutos y tras una serie de rebotes, Uche desnivelaba la contienda ante un Alcorcón que todavía se estaba asentando en el terreno de juego. El Villarreal, mucho más activo en los primeros compases, golpeaba nada más arrancar el combate.

Gol visitante, reacción local. Es un efecto inmediato que se produce en Santo Domingo cuando las cosas van mal y el Villarreal, reculando posiciones, ayudó aún más al cambio de sensaciones. El equipo de Bordalás empezó a crear ocasiones gracias al poderío de Oriol Riera en el juego aéreo, pero seguía careciendo de presencia en un centro del campo dominado por hombres como Bruno, Cani y Tito Canteros. Con Miguélez desaparecido, no había manera de jugar combinando y en la mayoría de las ocasiones se optaba por centros al área que acababan fuera o en las manos de Juan Carlos.

El Villarreal no pasaba grandes apuros, cerró filas y volvió a mirar a la portería amarilla con el paso de los minutos. Con ese planteamiento llegó el segundo tanto. Bruno Soriano cabeceó a la perfección un saque de esquina botado desde la derecha ante la pasividad del equipo alfarero, que dejó sólo al centrocampista visitante. 0-2, carrusel de ocasiones del Villarreal para un 0-3 que no llegó por poco y descanso. Santo Domingo tragaba saliva.

En la segunda mitad hubo cambio de cromos y José Bordalás retiró a Miguélez para dar entrada a Sergi Enrich. A falta de juego de toque, el entrenador alfarero optó por tener dos delanteros natos que exigieran más a la defensa del Villarreal, muy cómoda en el primer acto. Aún así, la afición demandó un hombre más en el campo y su técnico no dudó en poner sobre el rectángulo de juego a Dani Nieto, el ‘hombre remontada’. Hubo más toque y precisión en ataque, pero no había pegada.

Pasaban los minutos, el Alcorcón no asustaba en ataque y el Villarreal de Marcelino sacó los dientes en alguna opción aislada. Perbet tuvo el 0-3 en sus botas, pero su lanzamiento centrado y casi a bocajarro acabó en las manos de Manu Fernández. Acción, reacción. Oportunidad del Villarreal y ocasión, esta vez sí, clara para el Alcorcón aunque sin fortuna. Sergi Enrich no pudo aprovechar un buen pase de Oriol Riera y la oportunidad de recortar distancias se  marchó al limbo.

Pese a la escasez de juego y la poca contundencia arriba, el Alcorcón no cesó en su empeño de buscar el milagro y encontró el gol en el mejor momento. Sergi Enrich conectó un preciso cabezazo en el interior del área, puso el 1-2 en el luminoso y cambió el partido cuando se entraba en la recta final del mismo. Remó y remó el Alcorcón, incluso con Babin de delantero, pero sin gol y recursos acabó muriendo en la orilla. A la contra, Tito Canteros cerró el choque en el descuento y puso fin a la película. El árbitro, muy cuestionado durante todo el encuentro, acabó expulsando a Nagore, fiel reflejo de la impotencia local.

El Alcorcón se mantiene a dos puntos del ascenso directo, pero cae a la quinta plaza superado por el Almería y el propio Villarreal. La próxima cita, Barcelona.