23 de octubre de 2009. Una noche fría a las afueras de Madrid. Cuarenta euros parecen mucho dinero para un partido del "Alcor", pero cuatro años despúes no significan nada para lo que se vivió aquella noche. La noche en la que Alcorcón se dio a conocer al mundo y cambió para siempre la vida de esta localidad. No se aprobó Eurovegas ni se produjo ningun seismo. Bueno, eso sí. Cuatro seismos en forma de goles que humillaron a un Real Madrid con campeones del mundo como Albiol y Arbeloa, leyendas como Raúl y Guti y estreallas que aún siguen como Benzema. Esa noche cambió la historia alfarera y unos días más tarde se amplió cuando el Madrid no pudo remontar en Chamartín y el Alcorcón pasó a la siguiente ronda. Este fenómeno es conocido a nivel mundial como "Alcorconazo".

Semanas más tarde el Alcorcón disputaba los octavos de final ante otro primera, el Racing. Nadie duda que los amarillos merecieron pasar a cuartos. Jugaron mejor y dieron la cara en todo momento pero los largueros y algún error defensivo truncaron el sueño de los madrileños esa temporada, pero sólo por unos días ya que esa temporada se consiguió el ascenso a la categoría de plata del fútbol español.

La siguiente campaña no fue menos especial. Tras eliminar a Celta y Ponferradina, nada mejor que el equipo copero por tradición, el Athletic de Bilbao, para seguir saboreando este torneo tan apasionante. El Alcorcón fue eliminado pero no abandonó la fe, la esperanza y la ilusión hasta el último minuto de la eliminatoria. San Mamés tuvo el privilegio de ver como Ruben Sanz  hacía la ofrenda tradicional a Pichichi antes de que el estadio fuera derribado este mismo año.