Volvía la Copa a Santo Domingo y la afición alfarera se preparaba para acoger su competición preferida. La hora ayudaba y el rival lo merecía. El Granada, un viejo conocido del equipo madrileño, era consciente de que el partido no sería fácil, mientras que el Alcorcón buscaba completar con otra victoria una gran semana. Pero no iba a ser este el día del Alcorcón. Dos goles de Ighalo y las lesiones de Prendes y Verdés lastraron a un equipo que no encontró el camino para batir la meta del Granada.

El Alcorcón dispuesto a encarrilar el choque

Aún con los asistentes llegando a sus localidades, el Granada daba el primer aviso. En el minuto 1, los andaluces forzaban un córner que llevaba el peligro a la portería de Dani Giménez. A pesar de ello, pronto se pondría el cuadro alfarero el mono de trabajo. Un gran pase de Sergio Mora, que no lo supo aprovechar Antonio Martínez, y un posterior tiro de Ángel advertía al conjunto de Lucas Alcaraz que llevarse la victoria de Santo Domingo no iba a ser tarea sencilla. 

Pasaban los minutos, y el Alcorcón comenzaba a crear una sensación de peligro constante en el área rival, pero la velocidad de Brahimi y la calidad de Ighalo iban a ser suficiente para crear las ocasiones más claras para los visitantes. Iribas, que el pasado miércoles se convirtió en el protagonista de su equipo, iba a sufrir una auténtica pesadilla con las internadas del internacional argelino por banda. Cerca de la media hora del partido, y cuando el equipo madrileño mejor plantado estaba en el campo, iba a llegar el primer gol del Granada. Una falta lateral botada por Fran Riko la aprovechaba Ighalo, que con un testarazo dentro del área le daba ventaja a los visitantes.

A raíz del gol y hasta el descanso, el buen juego mostrado por el Alcorcón se desinfló por completo. El conjunto de Miguel Álvarez cruzaba el centro del campo y la falta de ideas inundaba la mente de un equipo que se veía obligado a remar contracorriente.

El partido se endurece

Tras el descanso, el Granada volvió al terreno de juego con una idea clara, asegurar la victoria y no dejar al Alcorcón crear la sensación de peligro que había mostrado durante gran parte del primer tiempo. Miguel Álvarez cambió el esquema, dio entrada a Pacheco por Jony para dar así un mayor aporte ofensivo a su juego. No obstante, las continuas interrupciones iban a ser las que marcarían los primeros minutos de la segunda mitad.

La primera parada del encuentro la protagonizó Sergio Prendes. Un codazo de Murillo en la nariz dejó al delantero asturiano tendido en el terreno de juego, el cual finalmente tuvo que ser sustituido por Javito. Más tarde, y en menos de 10 minutos, Estrada Fernández mostró 3 cartulinas amarillas, dos para el Granada y una para el equipo alfarero. El Alcorcón quería retomar las riendas del encuentro pero el técnico del Alcorcón tendría que lidiar con un nuevo contratiempo. Verdés caía lesionado al apoyar mal su tobillo izquierdo y el entrenador amarillo daba entonces entrada a Babin. 

Tras estos inconvenientes, el cuadro alfarero iba a tener la ocasión más clara para llevar la igualada al marcador. Javito, completamente solo, desaprovechó un gran pase al área pequeña de la portería defendida por Karnezis. El que fue el mejor hace jugador de su equipo hace una semana en El Molinón, no pudo esta vez conseguir el empate para la eliminatoria. 

Ighalo deja casi sentenciada la eliminatoria

El Alcorcón perdonó la igualada y pagó la ocasión fallada. Con los locales volcados en el área rival, Ighalo tras una buena internada en el área de los madrileños regateaba a Serrán y con total tranquilidad batía por bajo a Dani, subiendo el segundo gol al electrónico para su equipo. Los alfareros acusaban el cansancio de los últimos días y recortar distancias en el marcador parecía  misión imposible. Ya en los minutos finales, Ighalo perdió la oportunidad de hacer un hat-trick, pero Babin desbarató la ocasión y con ello se llevó la ovación de los asistentes.

Iribas y Pacheco intentaron dar vida a su equipo con disparos desde fuera del área, pero el partido moría y el cuadro amarillo parecía resignado a sacar algo positivo en la mañana del domingo.

Con este resultado el equipo dirigido por Miguel Álvarez ve alejarse su sueño copero, la competición que tantas alegrías ha traído a esta ciudad. El próximo 17 de diciembre, alfareros y nazaríes se verán de nuevo las caras en el partido de vuelta de la Copa del Rey. 

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