El Alcorcón jugará una temporada más en Segunda División. Hace cosa de un mes, el pronunciar esa frase esa sinónimo de victoria en el seno del conjunto amarillo, que había caído hasta las últimas posiciones de la tabla, y cuya situación era muy complicada debido a una mala racha en casa. Sin embargo, y con unos resultados muy positivos, se presentaba al partido de este sábado ante el filial culé no solo salvado, sino con opciones de meterse en los playoffs de ascenso. 

Con esa confianza y ese espíritu, los hombres de José Bordalás necesitaban la victoria y que los resultados le acompañaran para poder llegar a la última jornada con opciones reales de poder clasificarse para los playoffs de ascenso a la Liga BBVA. Precisamente su rival de esta jornada, el Barça B, era uno de los equipos que iba por encima de los amarillos en la tabla, pero por jugar el primer equipo en categoría superior, el ascenso era imposible, por lo que su plaza pasa al séptimo puesto.

Para afrontar este choque, José Bordalás sorprendía sacando un once inédito, con un 4-4-2 en la que las novedades estaban en el centro del campo. Con Rubén Sanz sancionado, el técnico ponía a dos laterales como Camille e Iribas como extremos, para proteger la velocidad del filial, y juntaba a Sergio Mora con Antonio Martínez. Arriba, la ofensiva iba ser cosa de Dani Pacheco y Óscar Plano. 

Autoridad alfarera

El primer tiempo comenzó con buenos ataques de los locales, sobre todo con un remate de Dongou que obligó a realizar a Dani Giménez una gran estirada. Con cuatro hombres en el centro del campo, los madrileños tenían más posesión, e incluso podían permitirse el lujo de presionar arriba buscando el fallo del rival. Pacheco tuvo el primero en sus botas a diez minutos para el final, pero su disparo pego en el palo. 

Los últimos cinco minutos de la primer parte fueron mágicos para los alfareros, que consiguieron irse al descanso con una gran ventaja. Primero, Óscar Plano aprovechaba un gran pase de Dani Pacheco tras un error en la salida de balón de los locales para batir por bajo a Masip. Sin tiempo casi para la reacción, una internada del malagueño Pacheco acabo con un zapatazo del once del Alcorcón al que nada pudo hacer Masip, poniendo el 0-2 en el luminoso, y marcharse a los vestuarios con una diferencia muy buena a favor de los visitantes.

En el tiempo de descanso, José Bordalás planteó una defensa de cinco hombres que fue la tumba de un equipo que vio como poco a poco, los blaugranas se hicieron dueños del encuentro, encerraron atrás a su rival, y se pusieron por delante en el marcador en una segunda parte de infarto. 

Recital culé

El segundo tiempo fue un dominio local, que deleitó al Mini Estadi con buen juego y goles. A los quince minutos de la reanudación, los de Eusebio Sacristán ya habían conseguido empatar el partido. Un gol de Dongou que batió por bajo a Dani, y otro de Edu Bedia tras aprovechar un rechace en el área ponía las tablas en el marcador e iniciaba un nuevo partido de treinta minutos. 

En el 71´, Edu Bedia de nuevo se convirtió en el protagonista del choque. Con un sutil disparode falta colocado lejos de la estirada de Dani Giménez, el filial catalán conseguía ponerse por delante por primera vez en el partido. Sin embargo, unos minutos más tardes, Dongou dejaba a su equipo con diez por dar una patada a Verdés sin balón, haciendo que los visitantes se vinieran arriba. 

Fruto de esa llegadas al área buscando el empate a la desesperada llegó la acción del penalti por manos de Babunski. Juli asumió la responsabilidad desde los once metros y no falló, consiguiendo el empate para los suyos. En las últimas jugadas del partido, pudo pasar cualquier cosa. Pacheco tuvo una gran oportunidad en sus botas pero Masip estuvo muy acertado. En la jugada siguiente, y a la contra, Babunski enmendó su error del penalti, y con un disparo cruzado consiguió la victoria para los suyos en el último instante. 

Con esta derrota, el Alcorcón dice adiós a toda opción de conseguir clasificarse para los playoffs de ascenso, y tendrá que tomarse el partido frente al Zaragoza como una despedida a una temporada un poco extraña en cuanto al curso futbolístico en la localidad madrileña.