La Agrupación Deportiva Alcorcón y el Mallorca se olvidaron de jugar al fútbol y protagonizaron un  duro y brusco encuentro en el que las continuas faltas, las pérdidas de tiempo y las tarjetas amarillas, fueron las protagonistas de un encuentro que careció de claras ocasiones de gol. Las más destacadas cayeron del lado visitante, pero el meta local Cabrero, se encargó de evitar el gol de los alfareros.

El Mallorca salió con las ideas claras buscando el gol que le permitiera sumar su sexta victoria consecutiva y éste no tardó en llegar. En el minuto tres, tras dos córners seguidos, Pereira dribla a Charlie Dean y éste, algo pasado de vueltas, derriba al hábil extremo mallorquín. Arana transforma la máxima, engañando a Falcón, que había detenido los dos penaltis que le habían lanzado esta temporada.

El Alcorcón, con un claro sistema defensivo, no tuvo el balón en ningún momento a pesar de tener un trivote en medio campo.Sin embargo, David Rodriguez gozó de la ocasión más clara de la primera mitad, en un contragolpe llevado a acabo por Guichón, el mejor jugador del encuentro, pero Cabrero atajó cuando ya se cantaba el gol.

Gol psicológico de Verdés

Cuando el primer tiempo llegaba a su fin y el partido se tornaba gris y agresivo, Hector Verdés clavó en la escuadra un libre directo desde la frontal del área. Todo el mundo esperaba que fuese el uruguayo Guichón el que botara la falta, pero el bravo central alcorconero quitó las telarañas de la escuadra de la meta del portero balear.

Con este gol se hacía justicia a lo acontecido en los primeros minutos y ambos equipos se marchaban al vestuario con la intención de sumar los tres puntos al final de los noventa minutos y dar espectáculo pero al volver al césped, se produjo todo lo contrario. Faltas, agresiones, pérdidas de tiempo y lesiones fue lo que predominó en los últimos cuarebta y cinco minutos.

Tres expulsiones en veinte minutos

El colegiado, Arias López, no supo frenar en ningún momento el juego duro y debido a ello, en el minuto sesenta y cuatro, un encontronazo entre el capitán local, Joao, y Escassi, terminó con los dos jugadores en la caseta, con roja directa. Unos minutos más tarde, sería el capitan del conjunto madrileño, Rubén Sanz, quién vería la segunda amarilla por una rigurosa acción ante Bustos, que debería haber visto la segunda amrilla minutos antes por una dura entrada ante David Rodríguez.

A raíz de esto se multiplicaron los parones en el juego y las sustituciones por lo que tras cinco minutos de descuento se llegó al final del encuentro con el justo reparto de puntos y con los espectadores que asistieron al encuentro, enfurecidos con el árbitro y con la directiva de su club.

Por el lado alfarero, este empate sirve para acumular tres partidos sin conocer la derrota, dos de ellos empates cosechados fuera de su domicilio. El próximo encuentro para los madrileños tendrá lugar el próximo domingo a las 21 horas en Santo Domingo ante el Lugo. Partido vital para los de Bordalás y con ganas de revancha tras caer eliminados esta temporada en la Copa del Rey ante el equipo gallego.