La decimoséptima jornada de liga para la Agrupación Deportiva podía traer consigo por fin el premio a la regularidad durante los últimos meses. Si los hombres de Bordalás conseguían la victoria ante el Tenerife, podían colocarse en puesto de playoffs de ascenso y sumar su séptimo partido consecutivo sin conocer la derrota. En este periodo, los amarillos habían logrado cuatro victorias y dos empates, obteniendo como triunfos todos los encuentros disputados en Santo Domingo. Por lo tanto, los amarillos buscaban hacer de Santo Domingo el fortín de otras temporadas.

Para ello, y a pesar de las bajas confirmadas de Álvaro Rey, Iribas y Sergio Mora hasta final de Navidades, Bordalás podía alinear un once de garantías, con Falcón en la portería, Djené, Verdés, Chema y Bellvís en la defensa, trivote en el centro del campo que tan buen resultado le está dando con Nagore, Fausto y el Capitán Rubén Sanz, y en la delantera, Óscar Plano por izquierda, Guichón por derecha y arriba el killer y pichichi de la escuadra madrileña David Rodríguez.

Primera parte sin historia

La inclusión de Nagore en el centro del campo se produjo hace varias jornadas obligada por las bajas en esa posición. Sin embargo, y por el buen resultado del esquema utilizado por el técnico alicantino, el veterano jugador se ha asentado en la medular, llegando a marcar incluso algún gol como el día del Racing de Santander que le dio la victoria a su equipo.

Y con la búsqueda del playoff de ascenso, la Agrupación Deportiva Alcorcón salía con ganas a por el partido, pero poco a poco su ímpetu se fue diluyendo hasta caer en un encuentro sin apenas ocasiones. El centro del  campo de ambos conjuntos se hacía más notar que las delanteras, bien por el acierto de cada una de las zagas bien porque sin duda los dos equipos estaban muy bien colocados de manera que no dejaban ningún espacio.

Ante esta tesitura, Alcorcón y Tenerife optaron por un juego directo en busca de sus puntos, algo que no estaba funcionando ni para uno ni para otros. Era evidente que algo tenían que cambiar, ya que la único ocasión con peligro en la primera parte para los amarillos fue una internada de Óscar Plano que con muchos problemas tuvo que despejar la defensa visitante. Tanto Carlos en el arco visitante como Falcón en el local fueron dos espectadores más del choque frio como la tarde en el municipio madrileño.

Sin puntería en los metros finales

Y tras el primer e insípido tiempo, la segunda parte dejó más emoción y oportunidades pero con el mismo resultado.  La primera ocasión muy clara del choque la tuvo Aitor Sanz para el Tenerife. Un gran centro de Cristo al primer palo fue cabeceado por el centrocampista en área pequeña, y el balón se paseó hasta salir rozando el palo. En la siguiente jugada, fue Guichón quién con un disparo lejano estuvo a punto de abrir el marcador para los locales.

Desde ese momento, fue el Alcorcón quién dominó más el choque, sabiendo que necesitaba la victoria si quería estar en puesto de playoff. Por la banda de Guichón fue por donde llegó más peligros, con centros peligrosos, y una buena jugada por línea de fondo que Fausto no acertó a rematar entre los palos. Los amarillos merecían la victoria, pero el gol no quería llegar.

Con la entrada de jugadores de refresco, un poco tarde para el gusto de la afición local, el partido siguió el mismo guion: el Alcorcón encerrando atrás al equipo canario y el Tenerife buscando la contra. Precisamente en una de esas contras Aridane se plantó sólo ante Falcón pero un rapidísimo Antonio Martínez salvó la situación para su equipo.

En los últimos minutos, las urgencias por hacer un algo iban creciendo, y en la ocasión que parecía menos clara, un centro desde la banda de Bellvís muy bombeado el esférico pegó en el poste, dejando helados a los aficionados locales. Sin tiempo para más, reparto justo de puntos para ambos equipos que no jugaron el mejor de sus partidos.

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