Se apagó la luz. El Alcorcón regresaba a su feudo tras imponerse por 0-2 ante el Nástic en su visita a Tarragona. El conjunto alfarero conseguía tres puntos que le cargaban de moral aunque en casa la historia iba a volver a ser totalmente diferente. Los amarillos querían brindar una victoria a su público, ya que en el anterior partido en casa tan solo pudo cosechar un empate ante el Numancia, y de paso apuntalar el fortín de Santo Domingo.

Para ello solo valía ganar aunque el rival no lo iba a poner fácil. El Huesca llegaba a tierras madrileñas con la intención de sacar también algo positivo y revertir, de este modo, la mala dinámica que atraviesa en casa. La estadísticas no estaban a su favor. En las seis ocasiones que ambos conjuntos se han visto la cara ambos conjuntos cuatro victorias han caído del lado amarillo por dos para los oscenses. Sin embargo, como bien se sabe cualquier estadística de este tipo es que está para romperla y el Huesca dio buena cuenta de ello.

El Alcorcón salió con su equipo de gala aunque con ligeros cambios. El guardián de la meta amarilla hasta el momento, Demitrovic, estaba convocado por la selección por lo que era Dani Jiménez el encargado de ocupar su sitio. Fue una ironía del destino que su debut en Liga fuera ante el equipo con el que consiguió el ascenso a Segunda la pasada temporada. Por otro lado, Djené pudo formar en el centro de la zaga junto a Román, quien ocupó el puesto de Chema por unas molestias. En el lateral, Muñiz volvió a confiar en Nélson en lugar de Fede quien parecía haberle ganada el puesto. Por su parte, Tevenet confió en el mismo once que alineó en la anterior jornada, algo que daría sus frutos.

El Alcorcón impone su ley

Tras los primeros minutos de tanteo el Alcorcón tomó las riendas del encuentro. Quería encarrilar el encuentro cuanto antes y eso pasaba por dominar el esférico. El primer tiro del Alcorcón llegó a los ocho minutos, de las botas de Óscar Plano, cuyo disparo atajó sin problemas Leo Franco. Los alfareros movían el esférico pero tan solo en contadas ocasiones lograba llevar realmente el peligro al área rival, por lo que había que probar fortuna desde lejos. En una buena jugada de ataque con Pastrana como protagonista, Toribio se sacó un potente disparo desde fuera del área al que Leo Franco estuvo atento para despejar.

El Alcorcón insistía a costa de un Huesca que aguardaba pacientemente las acometidas amarillas y esperaba un contraataque que le permitiera acercarse a la meta defendida por Dani Jiménez. Y así sucedió: en una buena recuperación del equipo azulgrana, Machís entró sin oposición al área amarilla aunque su disparo lo atajó Dani Jiménez.

El aviso volvió a activar a los amarillos, que por mediación de Máyor y Óscar Plano trataron de romper las líneas defensivas del Huesca. Sin embargo, no fue otro que David Rodríguez quien estuvo más cerca de anotar el primer tanto de la tarde. El delantero estuvo atento para robar el esférico a Íñigo López dentro del área pero su chut salió rozando el palo. Los alfareros veían como su constancia no tenía premio y fruto de esa frustración el Huesca llegó a poner el corazón en un puño a los aficionados antes del descanso ya que Moya puso el balón dentro de la red con un buen cabezazo. Para fortuna amarilla, el delantero del Huesca se encontraba en fuera de juego y el gol no subió al marcador.

Un giro de guión inesperado

Las nubes de tormenta comenzaban a avistarse desde Santo Domingo, algo que no presagiaba para nada una buena segunda mitad en el feudo amarillo. Aún con los aficionados volviendo a sus asientos Tyronne dio el primer toque de atención. El extremo se encontró un balón perdido dentro del área y su chut se marchó por encima del larguero.

Reaccionó el Alcorcón por mediación de Toribio aunque el panorama no convencía a Muñiz. El técnico movió ficha temprano dando entrada a Collantes en lugar de Máyor y a Natxo Insa por Óscar Plano para dar más profundidad a su equipo. El partido se abrió mucho más y los papeles se intercambiaron. El Huesca comenzó a crear mayor sensación de peligro mientras que los locales aún estaban buscando su sitio en el campo. Así, los azulgranas aprovecharon el momento y encarrilaron cuatro saques de esquina seguidos que cayeron como un jarro de agua fría en Santo Domingo. Parecía que los alfareros aguantaban el arreón inesperado de los oscenses pero, en el bote del último de ellos, Machís se encontró con el mal rechace de la defensa amarilla y sin contemplaciones puso el balón dentro de las mallas con un potente disparo que tocó antes en el larguero. 

El Alcorcón intentó rehacerse y para ello Muñiz dio entrada a Álvaro Rey por Campaña. Sin embargo el guión no iba a cambiar. Los alfareros no conseguían crear peligro real  y cada internada por banda era repelida contundentemente por la defensa azulgrana. Tampoco conectaba con su máxima referencia arriba, David Rodríguez, que, desesperado, intentaba cazar algún balón para llevar el peligro a la meta visitante. Y así poco a poco los amarillos fueron viendo cómo volaban los tres puntos de casa en un partido que fue de menos a más y que terminó con la sensación de que la constancia mostrada en la primera mitad no tuvo el premio deseado. 

A pesar de la derrota el Alcorcón no se baja de los puestos de playoff, mientras que la victoria aúpa a los Tevenet lejos de los puestos de descenso.