Hay partidos en donde el buen juego está condenado a brillar por su ausencia. En donde es el llamado "otro fútbol" el que va a tener protagonismo. 

Ponferradina y Alcorcón se daban cita en la 25ª jornada de Liga en la piscina de El Toralín, un campo anegado totalmente por el agua sobre el que los dos conjuntos iban a luchar por llevarse tres valiosos puntos clave en sus respectivas aspiraciones. En el caso berciano debido a que el equipo no conoce la victoria desde el pasado 6 de diciembre y cada vez ve más cerca los puestos de descenso; mientras que, por el lado alfarero, llevarse la victoria supondría no perder de vista los puestos de play-off y seguir mirando hacia arriba. Sin embargo, el choque se saldó con tablas, con un reparto de puntos que no sirve ni a unos ni a otros.

Difícil conseguir algo positivo teniendo en cuenta las condiciones del terreno de juego. El balón no daba tres botes seguidos y llegar a la meta contraria iba a ser una combinación entre fútbol playa y fútbol americano. Del primero porque para dar un pase en condiciones los jugadores tenían que levantar el balón antes de enviarlo a su destinatario, mientras que, por otro lado, la única manera de llevar el peligro a las metas rivales iba a ser golpear el balón en largo tan lejos como se pudiera para esperar el rebote o el fallo de algún contrario.

Vuelta a los orígenes

La primera mitad dejó más bien poco para el espectador. El balón pasó gran parte de los 45 minutos por el aire y dando sorpresas a los protagonistas del partido por sus repentinos frenazos por culpa  del agua. Viendo la situación, a más de uno se le pasaría por la mente aquel fútbol añejo con 22 jugadores luchando entre el agua y el barro.

Y entre el lodazal en el que poco a poco se iba convirtiendo El Toralín las ocasiones llegaban con cuentagotas. Durante la primera media hora fue el conjunto alfarero quien lo intentó con más convicción. David Rodríguez fue quien gozó de las mejores ocasiones; primero al desaprovechar un fallo de Dinu, al que se le escapó el balón de las manos, y más tarde al errar en un mano a mano contra el propio meta berciano quien desbarató la ocasión de gol.

La Ponferradina probó también fortuna aunque la defensa y Dmitrovic resolvieron bien las acometidas locales. La última ocasión del primer acto cayó también de lado visitante aunque sin buscarlo. Una mala de cesión del ex alfarero Camille a punto estuvo de costarle el gol a su equipo aunque de nuevo Dinu, atento, evitó el gol amarillo.

En busca de los tres puntos

Si la primera parte se caracterizó por el intento de los jugadores a adaptarse al terreno de juego, en la segunda mitad el campo ya no iba a ser un problema. Ambos conjuntos salieron decididos a por los tres puntos. Ya no importaban las condiciones del tapete, ya no había respeto ni cautela ante las posibles sorpresas que diera el esférico, solo había un objetivo: el gol.

Y fe de ello dio la Ponferradina que como un relámpago salió a amarrar la victoria. Los bercianos sorprendieron al conjunto amarillo y consiguieron pronto su premio. Caiado cabeceó un buen envió desde el lateral e introdujo el balón en las mallas. Sin embargo, el linier levantó el banderín y el árbitro anuló, por fuera de juego, un gol que debía haber subido al marcador. Respondió el Alcorcón por mediación de David Rodríguez, Insa y Óscar Plano quienes buscaban desequilibrar la balanza por el lado amarillo.

Rubén Vega movió ficha y dio entrada a Pablo Infante quien tuvo en sus botas el 1-0 tras una gran jugada individual aunque se topó con Dmitrovic. Las oportunidades se sucedían una tras otra. Y ambos conjuntos se respondían con claras ocasiones de gol. Cumplida la media hora de partido fue Djené quien le devolvió el envite a la Ponferradina con un cabezazo que obligó a Dinu a lucirse para evitar el gol alfarero.

Los ánimos entonces se calmaron y los conjuntos se preparaban para el último asalto de los 10 minutos finales. Pero las fuerzas comenzaba a flaquear por el esfuerzo realizado y solo los jugadores que habían entrado en la segunda mitad daban esperanzas de mover el marcador. Ejemplo de ello dio Álvaro Rey que, tras una buena jugada individual, chutó fuera el que habría sido uno de los goles de la jornada.

No hubo tiempo para más y tanto Ponferradina como Alcorcón perdieron una oportunidad de oro para tomar impulso en sus respectivas aspiraciones. En definitiva, un punto que no sirve de nada.