Decía Antonio Machado: "Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar y, lo mejor de todo, despertar". En la última jornada de la Liga Adelante el Alcorcón seguía vivo. Las posibilidades de conseguir una plaza para disputar el play-off de ascenso a Primera División eran remotas, pero si en algo es especialista el conjunto alfarero es en las grandes gestas. Era el equipo que peor tenía terminar la jornada en uno de los puestos de promoción pero en la localidad madrileña la palabra rendirse no existe.

El conjunto alfarero soñaba. Porque lo había hecho durante toda la temporada, incluso cuando las posibilidades para entrar en las posiciones de promoción parecían esfumarse por completo. Y lo hizo hasta el minuto 87, momento en el que el Girona marcaba en El Toralín el gol que sentenciaba al conjunto leonés a Segunda División B y dejaba a los alfareros sin posibilidad de entrar en los puestos de play-off.

El Alcorcón despertó, pero ante el Elche no paró de vivir y soñar a cada minuto que pasaba. Los alfareros tenían que hacer los deberes ante el conjunto ilicitano, no se podría fallar. No había otra opción pues solo así podrían esperar lo que sucediera en el resto de partidos que se disputaban al mismo tiempo. Santo Domingo respondió y los aficionados acudieron para dar el último aliento a su equipo. Y el feudo alfarero, aunque no se llenó, presentó una de las mejores entradas de la temporada.

Sin embargo, el Elche no iba a venir de paseo. La escuadra dirigida por Rubén Baraja quería terminar la temporada con una victoria y con su principal ariete, Sergio León, alzándose como pichichi de Segunda. Un objetivo que iba a dejar claro desde el principio ya que los alicantinos salieron mordiendo. Fruto de ello llegó un lanzamiento de falta desde el borde del área y un cabezazo de Lolo a la salida de un córner que se marchó alto llevó el miedo a las gradas amarillas. 

David Rodríguez aleja cualquier fantasma

El acercamiento de los de Rubén Baraja no amedrentó a los alfareros que respondieron de la forma que mejor saben, buscando a David Rodríguez. El gamonino no avisó y en la primera oportunidad que tuvo alojó el balón dentro de las mallas al aprovechar un gran pase al hueco de Álvaro Rey. El ariete acudió a su particular cita con el gol para confirmar que el sueño de los amarillos era real. No obstante, el suyo propio se tornaría en pesadilla unos instantes después. Tan solo habían transcurrido 15 minutos de partido cuando el delantero se tenía que retirar lesionado. El '7' alfarero se retiraba con lágrimas en los ojos; si había un partido al que el delantero no quería faltar, era este.

La marcha del punta amarillo fue un duro golpe anímico para los de Muñiz que intentó aprovechar el Elche tomando el control del partido. Los visitantes se adueñaron del balón pero fue entonces cuando apareció la figura de Dmitrovic. El serbio se hizo gigante en la portería y sostuvo a su equipo cuando peor lo estaba pasando. La intervención del meta sirvió para estimular a sus compañeros quienes volvieron a encontrar el premio del gol. Antes de que se cumpliera la primera media hora de partido, Collantes, quien había entrado por David Rodríguez, ganó línea de fondo y puso el balón al corazón del área para que Natxo Insa llegando desde segunda línea pusiera el 2-0 en el electrónico. El Alcorcón ponía tierra de por medio y Santo Domingo comenzaba a entonar el "Sí, se puede".

La crueldad del último minuto

Tras la reanudación Muñiz se veía obligado a mover ficha. Râzvan se tenía que marchar también lesionado y en su lugar entraba Fede Vega. El Alcorcón comenzó la segunda parte expectante, y si hay algo que en Segunda División se paga es la relajación. Sergio León no quería dejar pasar la oportunidad de situarse como pichichi en solitario aunque Dmitrovic no le iba a dar esa satisfacción fácilmente. El meta volvió a reivindicarse y detuvo otra clara ocasión del ariete.

Como ocurrió en la primera mitad, la parada despertó del letargo a los amarillos y cuando se cumplía la hora de partido Campaña, sin ponerse nervioso, batía a Javi Jiménez tras un buen centro de Álvaro Rey. Era el tercer tanto de la tarde, el de la tranquilidad, el gol que hacía subir el volumen de la radio al máximo para conocer el desarrollo del resto de partidos de la jornada. En ese momento, el Alcorcón se colocaba como cuarto clasificado. Minutos más tarde y para despejar cualquier duda José Ángel desviaba el balón hacia su portería tras un buen centro de Collantes desde la derecha. Era el minuto 72, y los cantos se detenían para dar paso a todas las posibles combinaciones que mantuvieran al Alcorcón en zona de play-off.

Santo Domingo se llenaba de un silencio tenso que alimentaba Sergio León desde los once metros para poner el 4-1. Las fuerzas comenzaban a flaquear pero fue entonces cuando los alfareros entonaron su lema y se lanzaron a buscar otro nuevo gol que apurara las últimas esperanzas de alcanzar el objetivo. Sin embargo, el último minuto al que apela su lema se tornó cruel con el conjunto amarillo ya que el Girona se adelantaba ante la Ponferradina en el minuto 87 y dejaba a los de Muñiz fuera de las posiciones del play-off

El pitido final daba paso a los aplausos de los aficionados que reconocían el esfuerzo del equipo alfarero. Había que esperar a los finales del resto de encuentros aunque poco a poco se confirmaba la noticia de que el Alcorcón se iba a quedar con la miel en los labios. La tarea era difícil pero el conjunto alfarero lo intentó hasta el final y como no podía ser de otra manera hizo soñar "hasta el último minuto del último partido".