El científico Charles Darwin enunció en uno de sus postulados que “en la lucha por la supervivencia, el más fuerte vence a expensas de sus rivales debido a que logra adaptarse mejor a su entorno”. Salvando las distancias y adaptando la teoría de la selección natural a términos estrictamente futbolísticos, se podría decir que la principal fortaleza de este Lugo  post-ascenso es la capacidad para amoldarse tanto a la propuesta del rival como a las limitaciones propias en cada uno de los partidos que ha disputado hasta ahora. En esta temporada ya hemos visto ganar al Lugo apabullando a su rival desde la posesión, atacar los espacios del rival al contragolpe o, caso del pasado sábado frente al Mallorca, convertir un partido gris sin ocasiones en la oportunidad de sacar un punto de un campo a priori tan complicado como el del Mallorca.

También hay que reconocer que, en parte, fue el Mallorca el que hizo que el juego del Lugo luciese tan gris como el color de la equipación que los de Setién portaban. Oltra decidió curarse en salud y aplicó una presión constante sobre los puntos básicos del ataque del Lugo, con constantes ayudas de los extremos a los laterales para evitar la salida por velocidad de Iván Pérez y Pablo Sánchez y una vigilancia constante del potente Thomas y el veterano Martí sobre Álvaro Peña, lo que espesó el juego de ambos equipos, el de los locales por falta de creatividad en la media y el de los rojiblancos por falta de movilidad y, consecuentemente, llegadas a la portería de Miño.

Rennella, desasistido

Como consecuencia de la presión del Mallorca y de su repliegue en su campo, el juego del Lugo fue lento y sin capacidad para la sorpresa. La poca aportación de Álvaro Peña, muy exigido y obligado a bajar a la altura de Seoane y Pita para entrar en contactcon la pelota, convirtió a Rennella en poco menos que una isla frente a los centrales del Mallorca. EL delantero francoitaliano se dejó caer al mediocampo lucense para iniciar la jugada, creando aún más atasco en la medular, donde el Mallorca también acumulaba efectivos. El resultado fue un Lugo que, pese a tener la posesión durante gran parte del partido, excepto los últimos quince minutos, apenas creó ocasiones de gol. La lesión de Enzo Rennella dio paso a un Sandaza siempre voluntarioso pero igualmente desasistido en ataque.

Poca profundidad en banda, solidez en el centro

Tanto Iván Pérez como, sobre todo, Pablo Sánchez, estuvieron por debajo de su rendimiento en las últimas jornadas, en las que rayaron a gran nivel. La constante vigilancia a la que fueron sometidos y la poca aportación ofensiva de De Coz y Manu desbarataron cualquier acción del equipo por banda. No obstante, estuvieron entregados en defensa, ayudando constantemente atrás. Setién sustituyó a ambos por Juanjo e Iago Díaz, pero el decorado apenas cambió. Sin embargo, el equipo respondió en la medular con los expertos Pita y Seoane a los mandos. El doble pivote de Setién está asentado como uno de los mejores de la categoría y supieron leer el partido frente al Mallorca en todo momento, escalonándose y con Pita incluso funcionando como tercer central cuando más empujó el Mallorca. Tácticamente perfectos, solo se les puede objetar estar un poco lentos en la circulación del balón. Pita la tuvo en un golpeo desde fuera del área.

Sólida defensa con Pavón y Jorge muy entonados

Setién decidió dejar en Lugo a Víctor Marco, en lo que puede entenderse como un toque de atención tras su expulsión en Huelva, y volvió a apostar por Jorge y Pavón en el eje de la zaga lucense. El asturiano se está destapando como una clara alternativa a Marco en la posición de central izquierdo. Sin estridencias, bien colocado y muy serio, cumplió a la perfección con su cometido, cayendo a banda cuando fue necesario. En cuanto a Lolo Pavón, ha mejorado en la que era su principal debilidad, ser blando en la marca, y se fajó con contundencia con Víctor Casadesús primero y Alex Geijo después. De Coz trabajó bien, como siempre, aunque sufrió al final con la salida del joven Marco Asensio, y Manu cumplió, como siempre, en su parcela.

A pesar de que no fue un partido vistoso, el Lugo solventó una salida a priori muy complicada y sumó un punto que, a la postre, con las derrotas del Murcia y del Recreativo, mantiene a los de la orilla del Miño en el segundo puesto. El particular “Tour de forcé” del Lugo en noviembre proseguirá el próximo sábado, a las 18 horas, en el Ángel Carro frente a otro de los gallitos de la categoría, el Murcia. A buen seguro que Setién ya está preparando la forma de adaptarse, sin Rennella por lesión, lo mejor posible a los pimentoneros. Porque solo los más fuertes sobreviven.