Minuto 30 de la primera parte. El Mallorca va por delante en el marcador por 0-1 y el conjunto lucense busca el empate poniendo coto a la portería de Miño. Con el Mallorca metido en su área, Víctor Díaz amaga el centro pero se lo piensa mejor y se la deja a Seoane, que viene desde el mediocampo libre de marca. El compostelano controla la pelota, levanta la cabeza y sin pensárselo se saca un disparo seco que revienta el larguero visitante, bota en la misma línea de gol y deja el balón franco para que Iago Díaz, pillo, lo empuje de cabeza y establezca el empate. Seoane lo había vuelto a hacer, desequilibrando el partido con una aparición suya al borde del área, donde cada vez se maneja mejor.

Se puede decir sin miedo al error que, hoy por hoy, Fernando Seoane es el jugador más en forma del equipo dirigido por Setién. Y lo que es más importante, ha sabido mantener ese gran momento físico y de juego durante toda la temporada, ajeno a los altibajos propios de una competición tan extensa como es la Segunda División. Si siempre se describe a su compañero en la media, Carlos Pita, como el timón del equipo, no es menos justo señalar a Seoane, “Seo” para los compañeros de equipo, como el ancla de la nave rojiblanca, siempre al quite, siempre tapando el hueco de un compañero, siempre solidario. Una máquina de recuperar balones y de cortar jugadas del adversario. Un pivote defensivo de los de antes, con fuerza, empaque y brío, pero que este año, su segundo en el CD Lugo, tercero si contamos su anterior estancia en la temporada 2009-2010, ha ido ganando en confianza y en protagonismo, ampliando horizontes y pasando a ser más un “box to box”, como dirían en Inglaterra, o “todocampista”, como gustan de llamar a ese centrocampista con pulmones para hacer daño en ambas áreas.

A su probada solidez defensiva, Seoane ha añadido presencia en el área rival

Esta temporada ha supuesto, a ojos de todos, la confirmación del gran jugador que siempre se vislumbró en la figura del compostelano. A sus 31 años ha encontrado, en el Lugo y con Setién, el ecosistema perfecto para desarrollar al 100% todas sus capacidades. El año pasado, primero de su segunda etapa en Lugo, la afición le valoró como un gran pivote defensivo, el escudero ideal de Pita, el seguro para que Font o el mediapunta de turno se liberase de tareas ofensivas, pero no ha sido hasta este año cuando Seoane ha recogido el protagonismo que se merece por todo su trabajo. Sin descuidar ni un ápice sus obligaciones de equilibrio, se ha soltado las amarras y es cada vez más habitual verlo en las inmediaciones del área, disparando a puerta, buscando el gol que ya ha tenido el placer de sumar en dos ocasiones (frente a Sporting y Jaén), ambos en casa y ambos para abrir el marcador, y que solo el travesaño impidió que el pasado domingo fuesen tres. Disparos secos, colocados, espectaculares.

Frente al Real Murcia cumplirá ciclo de amonestaciones, el segundo, lo que le dará un descanso que no ha tenido a lo largo de la temporada, y que le vendrá de perlas para encarar libre de fatiga y amonestaciones el tramo final de la Liga Adelante, pero cuya baja se notará, a buen seguro, en el partido de la Nueva Condomina. Volverá, no obstante, para la batalla final de la temporada donde el Lugo se jugará todas sus aspiraciones (Ponferradina, Sporting y Deportivo). Volverá a retumbar el redoble del tambor de Seoane.

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Sobre el autor
Daniel Martinez
Consumidor de fútbol en todas sus variedades. Cuento lo que veo, no lo que la gente quiere que cuente. Colaborador en la Redacción del CD Lugo de Vavel.com y en Todo al Blanco (todoalblanco.es)