En la última jornada de la pasada temporada la Ponferradina visitaba el Ángel Carro con la ilusión de colarse, contra todo pronóstico, en la promoción de ascenso a Primera División. Completando una temporada más que notable, los de Claudio Barragán tenían que vencer a un Lugo relajado desde que, unas jornadas atrás, confirmarse matemáticamente su permanencia en la Liga Adelante, y esperar otros resultados. Aquel partido ya es historia, terminó 2-2 y los bercianos se dejaron sus opciones en la orilla del Miño, y, aunque dadas las circunstancias la Ponferradina actual tiene otras preocupaciones de las que ocuparse antes de que pensar en vengar la oportunidad perdida, no es descartable que utilicen el recuerdo como gasolina adicional, añadiendo el rencor de la oportunidad perdida a la necesidad vital de sumar para escapar de la quema del descenso a Segunda B, de la que solo le separa un pírrico punto.

Es difícil saber en que punto la Ponferradina pasó de ser candidato recién ascendido al play-off a bordear (y ocupar) plazas de descenso, pero en una temporada tan igualada como la actual en Segunda División, donde las apreturas no perdonan el error ni el flaquear, la Ponfe ha ido acumulando derrotas con fallos puntuales que le han penalizado severamente hasta verse reducido a equipo de lucha por la permanencia, cuando una simple mirada a su plantilla basta para ver que el equipo estaba diseñado para metas más elevadas. La defensa berciana, otrora tan de hierro como el histórico puente que dio nombre a la ciudad, sufre ahora en demasía y aún escuece, y mucho, la “manita” que el Tenerife le endosó hace cuatro jornadas en el Heliodoro Rodríguez, y que incluso motivó cambio de portero en los blanquiazules.

La irregularidad y las bajas de San José y Yuri, handicaps de los bercianos

Llega la Ponfe a Lugo con unos últimos resultados que reflejan la irregularidad del equipo en toda la campaña: siete puntos sobre 15 posibles, victoria holgada ante el Zaragoza en El Toralín para caer con todo el estrépito la siguiente jornada frente al Tenerife (5-0); empate sin goles frente al Castilla, rival directo, en casa, y nueva derrota a domicilio, esta vez frente al Recreativo, por uno a cero. No obstante, los de Ponferrada arriban al Ángel Carro con una los ánimos revitalizados tras la última victoria en su feudo frente al Mallorca (2-0) resultado que les sirvió para sacar la cabeza del foso y abandonar puestos de descenso. Así, el llamado derbi dos Ancares se antoja poco menos que vital para los bercianos, que de sumar una victoria tomarían distancia con los puestos calientes, mientras que una derrota les volvería a hundir en posiciones de descenso.

Precisamente los tres puntos conseguidos la última jornada frente al Mallorca les salieron caros a los pupilos de Claudio en forma de tarjetas. El central San José fue expulsado y su delantero, pichichi y hombre franquicia, Yuri, vio la décima cartulina amarilla de la temporada, por lo que cumplirá segundo ciclo de amonestaciones y no podrá aportar su contundencia (10 goles) al partido frente al Lugo. Con todo esto, más la duda en el lateral derecho de Óscar Ramírez, baja ante el Mallorca, Claudio Barragán tendrá que hacer modificaciones sustanciales en las dos líneas que marcan la diferencia en Segunda División, la defensa y la delantera. Jugará bajo palos el rumano Moldovan, titular las últimas tres jornadas desde que Santamaría encajase cinco goles frente al Tenerife, y que en estas tres jornadas solo ha encajado un gol frente al Recreativo. Carpio será el lateral derecho a expensas de la recuperación de Óscar Ramírez, y Belvis hará lo propio con el carril zurdo, del que es amo y señor desde su llegada en el mercado invernal. La baja de San José la cubrirá Robusté, haciendo pareja de centrales con Alberto Aguilar. Claudio seguirá confiando en Juande y Jonathan Ruíz en el doble pivote, ya que ambos lo han jugado prácticamente todo, y las alas estarán ocupadas, casi con toda seguridad, por Acorán en la derecha (cinco goles y dos asistencias en su haber) y Javi Lara en la izquierda (cuatro tantos y cinco pases de gol), jugadores básicos en el funcionamiento ofensivo de la Ponferradina. La baja de Yuri puede posibilitar la vuelta de Fofo al enganche y que Berrocal, que ocupó esa plaza en los últimos partidos, adelante su posición para ejercer de punta.

Se espera desplazamiento masivo de aficionados de la Ponferradina

El mister de los blanquiazules, Claudio Barragán, intentará recuperar en el equipo la solidez defensiva, las transiciones rápidas y el acierto de cara a meta que tan buenos resultados le dio la pasada temporada a la Ponferradina y que se convirtió en su seña de identidad. Barragán, que cogió al equipo en Enero de 2011, se ha convertido por méritos propios en carne y sangre de la Ponferradina. Tras descender en su primera media temporada, logró volver a poner al equipo en Segunda y llevarlo a las puertas de la promoción de ascenso, por lo que tiene un crédito casi ilimitado en Ponferrada, lo que no quita para que el nerviosismo de verse tan abajo pueda afectar el rendimiento de jugadores tan importantes como Lara, Acorán o Alberto Aguilar.

A buen seguro que la Ponfe vendrá acompañada de una amplia representación de aficionados blanquiazules que durante todo el día convivirán con la parroquia lucense en paz y armonía, pues este derbi, de tan repetido (se han enfrentado 45 veces) ha forjado sólidos lazos de amistad entre ambas aficiones. No obstante, ya se encargaron David De Coz y Carlos Pita de recordar que no habrá ayuda para el vecino necesitado, como no la hubo la temporada pasada, ya que el Lugo aún no ha conseguido la permanencia matemáticamente y una segunda derrota consecutiva podría volver a poner a los de Setién cerca de los puestos comprometidos de la tabla. Con todo ello, se espera un partido festivo en las gradas pero caliente en el césped, donde uno y otro se juegan la tranquilidad en los locales y la propia supervivencia en los visitantes. Este derbi dos Ancares marcará, para bien o para mal, el destino de ambos.