La temporada se termina y con ello llega el momento de hacer balance de la misma, reflexionar sobre lo que se consiguió, lo que se pudo conseguir, lo que se tiene y lo que se dejó pasar, cargar en los brazos de la balanza los objetivos y los frutos obtenidos. Llega el momento, en definitiva, de poner nota al equipo y a su actuación. En el caso del CD Lugo, calificar los resultados de la misma por debajo del sobresaliente sería poco serio y muy atrevido, sobre todo si, más allá de resultados puntuales o rachas determinadas, se tiene en cuenta la trayectoria del equipo, la composición de la plantilla o los objetivos que se perseguían al iniciarse la temporada. Dicho de otro modo: la salvación, en sí misma, ya es motivo más que suficiente para que en la ribera del Miño se celebre casi como un ascenso.

Algo así quiso transmitir Quique Setién en su rueda de prensa previa al partido frente al Eibar en Ipurúa. En una comparecencia más extensa de lo normal y con cierto aroma a balance de algo más que una temporada, quizás una época (hay que recordar que Setién aún no ha renovado por los rojiblancos), el técnico del Lugo dejó claro que no hay más cera que la que arde, que haber soñado con la promoción de ascenso a Primera había sido tan bonito como irreal y que a esta plantilla poco más se le podía pedir. Y no le falta razón al cántabro: milagros como el del Eibar pasan una vez cada mucho tiempo, y cabe recordar que los azulgranas son uno de los equipos con más solera de la Segunda División, en tanto que el Lugo es poco más que un recién llegado. Los sueños que se pudieron tener de aspirar a algo más se toparon, en Lugo, con la realidad de una plantilla que al final se demostró corta  y un presupuesto demasiado estirado que dio para lo que dio, y no es poco.

Los lucenses viajan a Eibar con la intención de sumar el punto que falta para la salvación matemática

Y sin embargo, los aficionados lucenses pueden tener que celebrar el próximo sábado tras el partido frente al Eibar. El Lugo se encuentra decimocuarto en la tabla clasificatoria, con 51 puntos, justo a falta de uno para la salvación mátematica. Un empate en tierras vascas bastaría para certificar, de forma matemática e irrefutable, lo que ya se disfruta de forma virtual, la salvación y un tercer año consecutivo en la Liga Adelante. Incluso con la derrota el equipo podría estar matemáticamente fuera de peligro dependiendo de los resultados de terceros implicados en la quema de la zona baja, pero entre los rojiblancos hay ganas de volver a conocer la victoria a domicilio, aunque sea en la última salida de la temporada. La anterior data de hace cuatro meses, en el primer partido de la segunda vuelta, en Soria ante el Numancia.

Para ello, Setién no contará ni con el central Víctor Marco, ni con el mediapunta Sergio Rodríguez ni con el extremo Ernesto, todos por diversos problemas físicos, ni con Juanjo por decisión técnica. No obstante, se espera la alineación más clásica del Lugo para intentar el asalto al casi inexpugnable estadio de Ipurúa. Seguirá bajo palos José Juan, y se prevé la vuelta de Álvaro Peña a la mediapunta, aunque también lo podría hacer Pablo Sánchez. Por la izquierda es fijo el canterano Iago Díaz, que en esta segunda vuelta ha completado un salto cualitativo en sus prestaciones, y Rennella en la punta que buscará marcar sus últimos goles con la camiseta rojiblanca antes de su regreso, con todos los honores, al Betis, donde ya lo esperan como pieza importante de cara al asalto del ascenso a Primera de la próxima temporada.

Rennella apura sus últimos goles como rojiblanco

Precisamente el Betis ha sonado a lo largo de esta semana en Lugo como posible destino de Setién para la próxima temporada. En la ciudad amurallada ya están acostumbrados a asistir, cada final de temporada y con el corazón en un puño, a los dimes y diretes en torno al técnico cántabro, siempre deseado y siempre en la pomada para dirigir a algún club de más alcurnia. Indudablemente llegará el día en el que Quique Setién, profesional al fin y al cabo, deje Lugo para buscar mejores condiciones en otro lugar. De momento, los béticos van a repescar al antes mencionado Rennella y a Sergio Rodríguez. En cuanto al futuro de Setién, silencio absoluto hasta final de temporada.

El Eibar, por su parte, llega en plenas celebraciones de su ya consumado ascenso a Primera División. Un milagro de los que de vez en cuando el dios del fútbol se complace en conceder a equipos modestos, en este caso sublimado hasta las últimas consecuencias: club recién ascendido a la Liga Adelante, con presupuesto ínfimo, estadio casi amateur y problemas para completar su conversión a SAD, en lo que por otra parte son una serie de semejanzas con el Lugo. A pesar de todo, el Eibar cuenta en su haber con un plantel comprometido, una fe a prueba de bombas, un entrenador, Gaizka Garitano, de los que da gusto seguir sus evoluciones y un jugador, Jota Peleteiro, que da sentido al juego de cualquier equipo y al que ha respondido, desde el césped no siempre verde de Ipurúa, a todos los agoreros que le daban por muerto deportivamente al recalar en el Eibar. Con estos mimbres y la columna vertebral compuesta por Irureta bajo palos, Albentosa mandando en la zaga y el veterano Diego Rivas en el pivote los eibarreses jugarán el año que viene con los más grandes.

El Eibar busca, entre celebraciones, alzarse como campeón de la Liga Adelante

Pero la fiesta no debe distraer a los que piensan que el Eibar saldrá a pasearse ante su afición. Los armeros aún tienen un último objetivo para completar la gesta, y no es otro que ascender, además, como campeones de Segunda División. Para ello los locales saldrán con todas las ganas del mundo, aunque se prevén cambios en la alineación para que los que han disfrutado de menos minutos puedan unirse a la fiesta, como el caso del portero Irazusta. Pase lo que pase, eso sí, la fiesta ya está preparada, e incluye, como los grandes, autobús descubierto para pasear por las calles de Eibar, recibimiento en el Ayuntamiento y confeti azulgrana comprado precisamente al FC Barcelona para celebrar merecidamente lo que ganaron en el campo con los mismos argumentos que les faltaron a los culés para poder utilizarlo en primera instancia. Las fiestas también son reciclables.

Arbitrará el encuentro el colegiado Daniel Ocón Arraiz, del colegio riojano, se prevé lleno en Ipurúa y fiesta en la grada. Los lucenses intentarán colarse en el guateque armero y quién sabe si no acabarán uniéndose a las celebraciones, cada uno con sus razones. Será, si o si, una exaltación del fútbol modesto, del éxito desde el esfuerzo y del trabajo como seña de identidad. Gane quien gane, ambos han salido ya vencedores.

Convocatoria CD Lugo: José Juan, Dani Mallo, De Coz, Víctor Díaz, Pavón, David Prieto, Jorge, Manu, Pita, Seoane, Pablo Álvarez, Pablo Sánchez, Rafa García, Álvaro Peña, Iván Pérez, Iago Díaz, Rennella, Sandaza.

Posibles alineaciones: