Lugo y Alcorcón empataron sin goles en el partido que habría la jornada 35 en Segunda División. La vuelta del equipo lucense al Ángel Carro tras dos jornadas consecutivas jugando fuera, consumando la derrota en ambas, no sirvió de ayuda para conseguir la victoria, a pesar de que los locales, sobre todo en la segunda mitad, generaron ocasiones bastantes para llevarse los tres puntos.

Inicio de más a menos

El duelo, marcado por la lluvía, ya que el terreno de juego estuvo resbaladizo para algunos jugadores en distintas fases del choque, comenzó con un Alcorcón más intenso que el Lugo, teniendo mayor dominio y asomándose al área de José Juan con los balones colgados por un Óscar Plano muy incisivo en el inicio.

Con el paso de los minutos, el ritmo eléctrico impuesto por el equipo alfarero se fue diluyendo y el dominio pasó a ser alterno, con ambos conjuntos llevando el orden táctico como premisa. El partido también decayó en vistosidad y solo un disparo de Seoane, que se marchó alto, logró animar al Lugo durante unos minutos en una primera parte gris.

Falta de acierto

El color del encuentro no cambió en el segundo tiempo. Lucenses y alfareros seguían muy ordenados, intenado evitar fallos atrás que pudiesen decantar un gol en contra. En el Lugo, Iriome fue quizás el hombre más destacado, estando muy participativo tanto a la hora de ayudar a recuperar el balón como en la búsqueda de espacios arriba.

Las sensaciones que daba el encuentro eran que quien marcase se llevaría los puntos. El Lugo fue quien generó más ocasiones pero, como ocurriera en los últimos dos partidos jugados ante Sabadell y Racing de Santander, la falta de pegada le impediría conseguir nuevamente un resultado más positivo. Luis Fernández, a centro de Ferreiro, pudo hacer de cabeza el primero, en una ocasión en la que Iriome también espera el servicio para cabecear. Minutos después, Javi Jiménez atrapaba el balón tras el disparo de Seoane desde fuera del área.

Dos ocasiones aisladas que animaron el choque en el tramo final del partido, unido a una acción polémica reclamada por los jugadores del Lugo, que pidieron penalti en un disparo de Luís Fernández en el que el balón acabó golpeando en la mano de Nagore, tendido en el suelo, aunque el colegiado Figueroa Vázquez no entendió como punible.

Tanto Setién como Bordalás esperaron a los últimos minutos para realizar sustituciones, que no lograron cambiar la dinámica del encuentro. El conjunto lucense también contaría con la última oportunidad del choque para llevarse el triunfo, en una volea de Toni Rodríguez tras un saque de esquina, pero el balón no encontró portería, demostrando que el Lugo continúa con su pólvora mojada.