El Mirandés llegaba con la necesidad del triunfo a Alcorcón y salió del recinto alfarero con las alarmas encendidas a falta de dos jornadas para la conclusión del campeonato. Una AD Alcorcón renacida de la mano de José Bordalás, el técnico milagro la campaña pasada, le venció por 2-0 y dejó al equipo de Carlos Terrazas cuatro puntos por encima del abismo en una noche con un ambiente frío y desolador en Santo Domingo entre el día del club por el que pagaban los abonados, y la celebración del Real Madrid de la Copa de Europa, que coincidía en horario con el encuentro.

A pesar  de la ausencia de público, el Alcorcón dominó y fue mejor en bastantes tramos del partido. El Mirandés quiso complicar la tarea con una presión inicial muy arriba, buscando que los locales fallaran con el balón y poder aprovecharlo, pero su exceso de celo en el orden y la seguridad en el entramado defensivo les hizo olvidar que había que atacar para poder ganar los tres puntos.

Sólo un disparo de Iván Agustín desde fuera del área inquietó al conjunto alcorconero, que dispuso de las mejores ocasiones de gol en la primera media hora de partido. Pasado ese tramo inicial, Dani Pacheco, el hombre más en forma del Alcorcón, remató al larguero de la portería defendida por Bernardo, y avisó de lo que sucedería en minutos posteriores.

Porque antes del descanso, los madrileños volverían a estar cerca de marcar. Como si de una repetición se tratase, de nuevo Dani Pacheco remataba contra el poste, y su rechace lo recogía Juli para disparar a puerta, y cuando todo parecía hecho para el gol, apareció Bernardo para evitar el gol con una intervención llena de agilidad, reflejos y fortuna. El empate se mantuvo a la finalización del primer tiempo, pero el Alcorcón sabía que el gol era cuestión de tiempo.

El Alcorcón sí acierta en el segundo periodo

Nada más arrancar el segundo periodo, los alfareros encontraron lo que habían perseguido durante el tramo final del primer acto. Juli remataba libre de marca en el segundo palo un buen centro del veterano sevillano Fernando Sales. El tanto no alteró en exceso el guion del partido. El Mirandés intentaba buscar a Iriome y Pablo Infante dada la desventaja en el marcador, pero lo hacía de forma deslavazada y sin ningún tipo de organización a la hora de jugar el balón; mientras que el Alcorcón no cejaba en su empeño de ampliar la diferencia.

La entrada de Íñigo Díaz de Cerio al partido ofreció una buena posibilidad para el Mirandés, con un ex futbolista de la Real Sociedad y del Athletic de Bilbao, que consiguió activarse en ataque con la presencia del delantero donostiarra. Los visitantes comenzaron a tener oportunidades de cierto peligro para empatar el partido, pero no lo lograron porque Dani Giménez lo evitó.

Una doble ocasión de Díaz de Cerio y Pablo Infante, que desaprovecharon sendos mano a mano contra el gallego, pudo cambiar el signo del partido en el minuto 80. El fallo visitante llevó el nerviosismo a los pocos presentes en Santo Domingo, que intuían que se podían escapar los tres puntos al Alcorcón. No fue así, porque cerca del minuto 90, Héctor Verdés cabeceaba un centro de Dani Pacheco en un saque de esquina.

Era el gol de la tranquilidad en unos minutos en los que los de Carlos Terrazas apretaron de verdad y merecieron haber marcado un gol. A pesar de que los mirandesistas no se rindieron, el final llegó rápidamente y el equipo de Bordalás se asegura tres puntos que le permiten pensar que si gana sus dos partidos y se dan las pertinentes carambolas, puede volver a estar en el playoff de ascenso a Primera División. Por su parte, el Mirandés necesita ganar la semana que viene para no verse envuelto en la dramática última jornada, donde la pelea por el descenso será gigantesca.