Duelo castellano y leonés en Soria con final feliz para los locales. La magia de un futbolista diferente y de calidad para la Segunda División terminó con los tres puntos en la buchaca del Numancia. El detalle fue que Julio Álvarez vestía de rojo y no de blanco. La diferencia fue que en un partido cerrado y trabado, una falta directa cercana a la frontal del área, sirvió para que el internacional por Venezuela colara la pelota en el marco de Razak.

Ya van ocho encuentros en los que el Mirandés no conoce la victoria, y eso se nota en la manera de actuar de un equipo que parece nervioso y desubicado. Carlos Terrazas se autoimpuso el objetivo de pelear por entrar en los playoffs por el ascenso, y aunque la diferencia es de siete puntos, la distancia de los rojillos de Miranda de Ebro es la misma respecto al descenso que a los seis primeros.

Los nervios y la ansiedad se dejaron notar en el duelo regional entre sorianos y mirandeses. Los dos equipos llegaban igualados a puntos al encuentro, y la necesidad mandaba a la hora de intentar sumar puntos en una liga que se mueve por dinámicas y estados de forma. En esa tesitura, el Numancia arrancó mejor el choque, con un cuarto de hora inicial volcado sobre el marco de Razak Brimah.

El ghanés tuvo que intervenir a los lanzamientos de Sergi Enrich, en dos ocasiones; Vicente, su excompañero en el Guadalajara; y Julio Álvarez para mantener el resultado inicial. El Mirandés tardó en asentarse sobre el césped de Los Pajaritos un cuarto de hora, cuando comenzó a controlar el centro del campo y a pisar en varias ocasiones las inmediaciones del área defendida por Biel Ribas. Con el partido nivelado por ambas partes, las ocasiones de gol comenzaron a ser pocas y con pocos visos de romper la igualdad en el encuentro.

Ni el Numancia quería arriesgar en exceso para no sufrir problemas en su retaguardia ni el Mirandés pretendía que los sorianos pudieran aprovechar un error suyo en forma de gol. La tensión por conseguir los tres puntos se notaba, pero eso no impedió que Urko Vera se alzase como protagonista en el primer tiempo. El delantero vitoriano llevó la voz cantante en el ataque burgalés, con dos remates francos que no acabaron en gol y con una buena asitencia a Pedro Martín, ex del Numancia, cuyo disparo se marchó cruzado en exceso.

La maestría de Julio Álvarez se impone

El encuentro marchaba igualado a su paso por los vestuarios, y mantuvo la tónica durante gran parte del segundo periodo. Urko Vera seguía poniendo las mejores oportunidades de gol del encuentro, y seguía tirando del ataque visitante. El vasco no aprovechaba un error de Juanma para superar al catalán Ribas, ni podía aprovechar dos buenos envíos al segundo palo a los que llegaba el central canario para evitar males mayores para los suyos.

El contragolpe era la única forma que el Numancia encontraba para responder a su rival. Sergi Enrich fue el encargado de llevar mayor peligro por el bando local, con un contragolpe en el que Razak estuvo providencial para abortar el pase de Vicente al atacante balear, libre de marca en el área mirandesa. 

El paso de los minutos convirtió el ritmo de juego en anodino. Muchas imprecisiones, fallos en las entregas y en los controles, numerosas faltas y pérdidas del balón no forzadas. El juego se espesaba sin solución de continuidad, y sólo una acción de calidad podría desnivelarlo. Así fue como, aprovechando una falta en las inmediaciones del área de Razak, Julio Álvarez cogió la pelota y con su guante de seda derecho colocó el esférico junto al palo situado a la izquierda del guardameta africano, justo por el poste que estaba defendiendo el ghanés. Un gol de bandera que ponía en ventaja a los numantinos a falta de diez minutos para el final del encuentro.

Era un tanto que aliviaba sobremanera a los locales, muy expuestos a la crítica tras la polémica labor arbitral contra el Girona la jornada anterior y el comportamiento de algunos futbolistas. Y además del peso que restaba, Julio Álvarez conseguía los tres puntos para los suyos. Un buen botín para lo visto durante los noventa minutos de encuentro y que permite estar más tranquilos a los sorianos. El Mirandés amplía su mala racha a los ocho partidos sin conseguir vencer en liga, y vuelve a complicarse mucho la existencia.

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Sobre el autor
Alberto Sánchez
25 años.Toda una vida dedicada al fútbol.6 años jugando en la Cantera del Atlético de Madrid. Actualmente soy un intento de entrenador de fútbol, jugador de barrio, y camino de periodista. Autor del blog http://iltrequartista10.blogspot.com. Hablando de todo un poco. Atlético de Madrid, fútbol sala, Eredivisie, CD Guadalajara... Todo lo que sea redondo y se juegue en un rectángulo sirve para hablar de ello.