Victoria muy importante para un FC Barcelona B que trata de escapar de la zona de descenso a Segunda B en Anduva, en un partido loco, donde hubo idas, venidas y varias vueltas al tanteador. Finalmente, los hombres que dirige Jordi Vinyals sacaron los tres puntos y recortaron diferencias con Osasuna en su pelea por salir de la parte baja de la clasificación.

Empezó el partido con el filial culé muy concienciado de que los tres puntos eran más que una obligación para seguir con vida. En apenas seis minutos, un cabezazo desviado del marco de Razak, un remate alto de Juan Cámara a centro de Adama desde la derecha y una buena llegada más avisaban de inmediato tras el pitido inicial de las intenciones de los hombres de Vinyals.

Al minuto seis si encontrarían el premio a su comienzo lleno de verticalidad y frenetismo. Un buen balón al espacio para que llegara Adama Traoré por la banda derecha con todo a favor para rematar o ceder el balón al segundo palo, donde apareció Juan Cámara con todo para redimirse de su fallo anterior y marcar el primer tanto azulgrana en Anduva.

El tanto en contra despertó al sesteador equipo local. Tras unos minutos de zozobra y dudas, con el Barcelona B atacando, pero sin morder como los minutos iniciales; el equipo de Carlos Terrazas cogió la pelota y empezó a asomarse por las inmediaciones de la portería defendida por José Aurelio Suárez.

Pedro, Igor Martínez, y sobre todo, un remate de cabeza de Urko Vera que se topaba con el poste en su camino al gol fueron las primeras oportunidades claras del equipo castellano y leonés. Sin embargo, un perfecto saque de esquina al corazón del área pequeña catalana valió para que Javi Cantero entrara con todo y rematara en boca de gol el tanto del empate a uno. Era el premio a un Mirandés que se había rehecho tras el gol catalán.

Locura de goles que decide Halilovic

El partido entró en una espiral loca de goles, de ritmo eléctrico, de ocasiones sin freno y de poco control en las posesiones. Faltó equilibrio. A cambio había velocidad de crucero por parte de ambas escuadras. Fran Carnicer vio como le anulaban por fuera de juego un gol con muchos visos de haber sido marcado en posición legal antes del descanso.

No hubo mucho que esperar para ver otro golpe del Mirandés. Esta vez, tras el paso por los vestuarios para el intermedio. Un nuevo saque de esquina, pero con destino al segundo palo lo remató Urko Vera para poner por delante en el marcador por primera vez en el encuentro al bando local. El vitoriano firmaba su decimoquinto gol en liga, y ponía las cosas de cara al equipo de Carlos Terrazas.

La reacción del segundo equipo barcelonista no se hizo esperar. Adama Traoré volvió a conectarse en el sector derecho del ataque blaugrana, y suya fue la acción que supuso el empate a dos, obra de Patric. El centrocampista aprovechó la jugada personal del hispano-camerunés sorteando todo aquello que salía a su paso y cediendo al corazón del área para que el muleño empujara en boca de gol.

El partido frenó en seco con el gol de Patric, conscientes ambos equipos de que quedaba mucha tela por cortar y mucho tiempo para hacerlo. El equilibrio de fuerzas dejó paso a los cambios y a la entrada del hombres que a la postre sería determinante en la victoria azulgrana, Alen Halilovic.

La joven perla croata, en una acción larga y de las pocas que tuvieron los dos equipos en los últimos minutos del partido por el cansancio, acertó con su remate con la pierna izquierda desde fuera del área sin oposición. Su latigazo cayó cerca de la base del poste izquierdo de Razak Brimah, que no pudo llegar a desviar la pelota y evitar el tanto del triunfo barcelonista. Tres puntos que dejan al filial a cuatro de la salvación a falta de doce puntos para el final de la liga. El Mirandés, decimocuarto con un colchón de nueve puntos sobre el descenso, no ha certificado su permanencia, pero salvo catástrofe, nada parece hacer temer por el descenso rojillo. Ni siquiera los malos recuerdos del final de la pasada temporada.