El Mirandés recibía a una Llagostera necesitada de puntos para poder conseguir la permanencia y disputar otro año más en la Liga Adelante. Los rojillos volvían a Anduva con la opción de playoff despejada de la mente, y solo pensando en hacer disfrutar al aficionado con un gran partido de fútbol. Cada uno de los catorce jugadores burgaleses que han pisado el verde de Anduva esta jornada, han querido demostrar que tienen una gran calidad para poder conseguir algo más que la salvación matemática a falta de tres jornadas para el final de liga. Terrazas no ha podido contar con Imanol Elías y Aridane Santana, ambos, bajas por lesión.

Por su parte, los catalanes venían siendo uno de los mejores equipos, por no decir el mejor, en las últimas diez jornadas. Una victoria les alejaría cada vez más de los puestos bajos de la tabla. Si eso fuera poco, los resultados de sus rivales directos favorecerían, y mucho a los de Oriol Alsina. Un equipo, aparentemente, sin ganas de conseguir los tres puntos, se ha conformado con un empate que no le sabe a mucho. René, el mejor jugador visitante, ha salvado en varias ocasiones a su equipo, deteniendo o blocando disparos peligrosos de los de Terrazas.

El partido comenzaba con un ritmo muy alto de juego, con buenas ocasiones para ambos conjuntos. La más clara llegaba en el minuto seis de encuentro. Alain botaba un córner que peinaría Néstor pero Ortiz, en boca de gol, no conseguía concretar con el esférico. Desde entonces, fue un asedio total de los rojillos, que disponían de muchas ocasiones. Faltas laterales, saques de esquina...en definitiva, jugadas a balón parado era lo que utilizaba el Mirandés para crear peligro en el área rival. Todo esférico que se colgaba cerca de la portería de René era de mucho peligro. Con el marcador "gafas" llegaban los dos conjuntos al descanso.

Álex Ortiz no llega a tocar la bola que supondría el primer gol de la tarde. Foto | laliga.es
Álex Ortiz no llega a tocar la bola que supondría el primer gol de la tarde. Foto | laliga.es

En la reanudación, el ritmo del partido bajo considerablemente, sin ocasiones claras para ninguno de los dos conjuntos. El encuentro transcurría en el centro del campo. Ningún equipo demostraba claridad al llegar a los tres cuartos del terreno de juego, un inicio de segunda mitad sin ideas, y sin ocasiones en niguna de las dos porterías. Pero llegó el ecuador de la segunda parte, y el cuadro local comenzó a despertarse. El conjunto catalán no era capaz de sobre pasar la medular y el Mirandés llegaba cada vez con más hombres al área rival. Sangalli, el mejor jugador del partido, era quien llevaba más peligro, tanto en la primera como en la segunda mitad. Sus llegadas hasta la línea de fondo permitían al Mirandés gozar de ocasiones para poder abrir la lata, pero no pudo ser. Primero un disparo fuerte de Alain, y después una triple ocasión, con cabezazo al larguero de Ortiz, posterior intento de remate de Galán que pegó en un defensa y el chut de Kijera que se fue al lateral de la red; fueron las ocasiones más claras para los rojillos. Además, la entrada de Provencio propició más llegadas desde segunda línea para el cuadro burgales. El jugador madrileño dispuso de dos oportunidades para colar el balón en el fondo de la red.

No hubo tiempo para más. El Mirandés dejaba escapar dos puntos que le colocarían más arriba en la tabla. Por su parte, la Llagostera salvaba un punto de un estadio siempre difícil como el de Anduva. Un René imperial no dejó que el balón traspasara la línea de gol en ninguna ocasión. En la próxima jornada, (entre semana) los rojillos recibirán al Córdoba en Anduva mientras que la Llagostera tendrá que enfrentarse al Almería en un duelo directo en el Nou Municipal de Palamós.

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Sobre el autor
Julen Murua
Real Sociedad VAVEL | Coordinador de la División Norte de ACB VAVEL