La tarde que se presentaba en Córdoba a la hora del partido parecía no presagiar nada bueno: el temporal de frio, lluvia y viento apareció en el estadio siendo un gran condicionante para que la afición acudiera en mayor número al estadio ribereño. El precio de las entradas, de nuevo muy populares, no fue aliciente decisivo para que la asistencia al partido fuera mayoritaria, de hecho bajaron hasta la mitad los asistentes al encuentro en comparación con el anterior partido en casa contra el Deportivo de La Coruña. Sin embargo, debemos recalcar una vez más que las condiciones meteorológicas fueron claves para ese descenso de asistencia.

Cabe destacar que estuvieron presentes en El Arcángel una veintena de aficionados eibarreses que acompañaron al equipo vasco en este desplazamiento al sur. La mayoría de estos aficionados pertenecen a la Peña del Eibar "Eskozia La Brava" y que tuvieron un acto de hermanamiento con "Cordobamania" en el local de la peña cordobesista, donde ambas peñas se intercambiaron regalos y compartieron una comida antes del partido.

Una vez más al saltar los equipos al terreno de juego, el himno del Córdoba, volvió a escucharse a capela dejando claro que los presentes en el estadio iban a estar apoyando al equipo blanquiverde. Como anécdota curiosa, destacar que cuando se llevaban poco más de diez minutos de partido, el guardameta del Eibar, Xabi, tuvo que retirar del terreno de juego un paraguas, que debido al fuerte viento había aparecido en el césped, a buen seguro que su propietario/a se alegraría de recuperarlo y así protegerse en la medida de lo posible de la tromba de agua que cayó sobre el estadio.

Los grupos de animación de "Incondicionales CCF" y "Brigadas Blanquiverdes" no paraban de lanzar sus cánticos de apoyo al equipo y a su vez de motivar al resto de la grada, que en ocasiones parecía aletargarse con el temporal y el poco fútbol que ofrecía el partido. El cordobesismo sí saltaba para reprochar algunas decisiones arbitrales que no consideraba justas, pero se llevó un "mazazo" con el gol del Eibar en los minutos finales de la primera parte. También el gesto dirigiéndose a la grada cordobesista del autor del gol, Jota Peleterio, no gusto nada al público que le recriminó esa actitud al jugador azulgrana.

Durante la segunda parte la situación no varió en exceso y frases como "esto no lo veo claro" o "la cosa se está poniendo muy complicada" se escucharon varias veces en la grada. El desánimo definitivo le llegó al cordobesismo con el segundo gol del Eibar, a cargo de Morales, a falta de diez minutos para el final que sentenciaba el encuentro y que trajo consigo una desbandada de gran número de aficionados que abandonaron el estadio.

Tras el gol, la afición del Córdoba trató de apoyar a su equipo e insuflarle fuerzas para intentar al menos igualar el marcador, pero con el pitido final la decepción fue el sentimiento generalizado en el cordobesismo, que vio como los blanquiverdes bajaban hasta la zona media de la tabla clasificatoria.