Antes de llegar al primer minuto de partido, las alegrías empezarían para un conjunto gerundense que empieza a arrancar. David Juncà, el joven lateral que ha conseguido hacerse con un puesto en el once titular a raíz de la llegada de Machín, recibió un balón en profundidad, encaró al defensor y lanzó un centro que Borja Docal no consiguió despejar hacia adelante, dejando un balón perfecto para que Gerard Bordas rematara con una fantástica volea, imposible para Prieto, que encajó el primer gol del partido. Sería el primero de los tres porteros que encajaron gol en un partido insólito para el Girona.

Ya en el minuto 12, Pablo Infante tuvo una ocasión clarísima para poner el empate en el marcador tras un error de Richy y Becerra, que dejaron al extremo solo y con la portería completamente vacía. Sin embargo, Infante no supo buscar una posición con un buen ángulo y envió la pelota a la cruceta de la portería gerundense, que recibía el primer susto de la noche, cortado posteriormente por un Ramalho que parece que ha empezado a encontrar su sitio en el Girona y encadena una serie de partidos muy buenos en el eje de la defensa. 

A partir de esa acción, el partido se calmó y careció de ritmo de juego, pues el Girona estaba conforme con el resultado y el Mirandés no conseguía encontrarse a gusto en el campo, gracias a la gran defensa que plantó el Girona, que sólo se volvió a tambalear en el minuto 42, cuando Goiría envió un disparo seco hacia la portería de Becerra que el portero de Badalona paró. Minutos antes, Jandro intentó un disparo dentro del área que se fue muy desviado al no ir con efecto hacia dentro.

Atípica segunda mitad

Uno de los jugadores que acabarían siendo protagonistas del partido, Ríos Reina, fue el encargado de lanzar a portería por primera vez en la segunda mitad, con un fuerte chut que Becerra bloqueó. Fue la primera ocasión de los de Miranda de Ebro antes de que el Girona cogiera las riendas del partido vía una ocasión de Ortuño a pase de Juanlu Hens -que había entrado en el descanso para sustituir a un lesionado Iván López- que metió el miedo en el cuerpo a los rojillos, que perdieron totalmente el control del partido, teniendo posteriormente la ocasión más clara -un remate de Garmendia que Igor no pudo transformar gracias a una enorme parada de Becerra-, antes de encajar el segundo gol.

Como la ocasión de Ortuño, la jugada empezó con un buen trabajo de Eloi que consiguió aprovechar un mal rechace de la defensa visitante para superar a Prieto, que le derribó, asseñalando el asistente el primer penalti de la tarde, expulsando además a Prieto. Jandro Castro, con la tranquilidad que siempre le ha caracterizado, transformó el penalti para sentenciar el partido, superando esta vez a Dani, portero suplente, que caería en desgracia sólo cuatro minutos después.

Esta vez fue Ortuño quién entró al área rival completamente solos, encaró al portero y fue derribado. El árbitro principal vio la infracción y señaló la pena máxima, que provocó la segunda expulsión para un portero del Mirandés. Ríos Reina ocupó la portería y encajó el penalti, otra vez lanzado por Jandro Castro. Era el tercer portero del Mirandés que encajaba un gol en el partido. 

En ese mismo momento, el partido se terminó y el Girona no hizo más para ir a ampliar la ventaja. Jofre Mateu, en un uno contra uno que remató muy flojo, tuvo una ocasión que Ríos Reina pudo solventar. En esa situación, Machín aprovechó para dar entrada a Tato, que estuvo a punto de anotar un tanto con una volea que se fue por arriba, cerca de la esquina superior derecha de la portería del Mirandés.

Ya al final del partido, Jandro impactó una volea perfecta que Ríos no pudo parar para poner el cuarto en el marcador. El último disparo fue un intento de Timor desde el centro del campo que se fue alto.