Puede estar más acertado o menos. Puede marcar más o menos goles -de hecho es centrocampista y suele hacerlo de falta directa-. Pero nadie le puede recriminar su lucha y su entrega en el terreno de juego. Eloi Amagat (Girona, 1985), a dos partidos para echar el telón de la Liga Adelante, ha dado un paso adelante y da todo lo que puede para defender el escudo que lleva en el pecho.

El domingo el Girona empató a uno frente al Mallorca, un punto que es insuficiente para sus aspiraciones a mantenerse en la categoría de plata. Corría el minuto 90 y Eloi seguía presionando a la zaga balear, como si eso del cansancio no fuera con él. Lo deja todo en el campo y su coraje es incesante hasta el pitido final. Su entrega debería hacer reflexionar a algunos, puesto que así es como este equipo puede conseguir la salvación. Con ganas, con actitud, con coraje. Y sino, que se lo digan al Atlético de Madrid, que ha conseguido una liga a base de estos principios.

Tras el partido, Eloi compartió sus impresiones y no escondió que, tras el empate, el vestuario está tocado anímicamente. “El vestuario está tocado, pero seguiremos. Quedan dos partidos y lo intentaremos hasta el final”, aseguró el mediocentro. “La única opción es ganar los dos partidos, y si conseguimos los seis puntos, hay opciones”, explicó.

También habló de la expulsión de su compañero Jandro, que cambió la dinámica del encuentro. "Faltaban muchos minutos para el pitido final, se nos hizo muy largo, lo intentamos, pero no pudimos mantener la puerta a cero”, decía un Eloi que tiene claro que el próximo partido ante la Ponferradina puede ser la guerra. “Cuando te juegas bajar una categoría tan importante como la Segunda División A, los partidos suelen ser guerras, pero tendremos que afrontarlo como tal”, aseveró.