Ayer fue el día en el que se cumplía el retorno a casa del técnico soriano Pablo Machín después de haber estado vinculado 13 años a la disciplina del equipo numantino, y los dos últimos como entrenador del primer equipo. Como ya él mismo dijo era un día muy especial, y quería dar el máximo para conseguir los tres puntos que su equipo tanto necesitaba si quería volver a estar en la cima de la clasificación de la liga de Plata.

El guion que dio el pasado viernes en rueda de prensa se ha cumplido este mismo domingo en el césped de los Pajaritos, un Numancia fuerte en defensa que no ha dejado espacios sobre todo en la primera mitad del encuentro al equipo gerundense, y su lucidez en el juego aéreo y su gran calidad por arriba, han demostrado que pese no haber ganado ningún partido en casa esta temporada, el estadio soriano es un fortín para el equipo local.

Más tarde al borde ya de la segunda mitad, un Girona con hambre de gol y motivado después de los 15 minutos de descanso metieron el miedo en el cuerpo a un Numancia que ya se creía ganador del choque después de ver que su táctica les había funcionado. Pese a esta dosis de adrenalina, el acierto de cara a portería del jugador rojo Braian Rodríguez, ha provocado tener que reaccionar a última instancia por parte del equipo catalán, para que el partido quedase en empate a dos.

Un Girona ausente en los primeros 45 minutos

Los hombres de Pablo Machín llegaban al partido de hoy con el orgullo herido tras la jornada anterior después de la derrota en Montilivi contra el Real Betis. El aficionado esperaba un Girona valiente de cara al gol con presión arriba y con mucho ataque, pero sólo una llegada de Felipe Sanchón en el minuto cuatro con ningún resultado, marcaría el rumbo del equipo gerundense al borde de la primera parte. En cambio el equipo local se sentía cómodo en el campo con mucho ataque y acierto de cara a portería, este acierto se tradujo en efectividad en el minuto 21 de partido, con una gran jugada individual de Palanca desde su posición natural de interior izquierda, Palanca que, combinando de pared con Sergi Enrich, con un disparo cruzado superó el meta del Girona y el balón, tras tocar el palo, se alojó en la portería gerundense.

El único hombre con suficiente genialidad en el campo para impedir una goleada en estos 45 minutos, fue el mismo cancerbero catalán Isaac Becerra, en que aparte de no poder parar el tiro de Palanca, con su gran calidad como portero pudo frenar el momento plácido que estaba viviendo el equipo soriano.

El Girona sólo tuvo una oportunidad clara de cara a portería en esta primera parte, al cabo 8 minutos del gol del equipo local donde un contragolpe de Felipe Sanchón que propició el pase hacia Cifuentes, y éste se plantó solo ante el meta soriano Biel Ribas, pero pese a eso su remate lo sacó la defensa del Numancia casi bajo palos.

Una segunda parte muy intensa y emocionante

En la reanudación pudimos ver un cambio de papeles en el estadio de los Pajaritos, que se tradujo en con un Girona con la defensa más adelantada y una lucidez excelente en el campo. Pablo Machín movió ficha en el medio del campo, en que daría descanso a Granell y entraría en su lugar Eloi Amagat.

A partir de este momento se empieza a notar un filo del encuentro cambiado, en que el Numancia no es ni la mitad de contundente que en la primera parte, y un Girona que ha dado un paso en firme para demostrar que es el equipo creador que se había visto hasta el momento en este inicio de temporada. Este aspecto se cumpliría en el minuto 49, con un saque de esquina por parte de Ramalho, que golpeó en el cuerpo de Isidoro, pero cayéndole a Mata, que empujó con toda su fuerza e instinto goleador el balón al fondo de la portería local.

Cuando se creía que la escuadra visitante estaba en su mejor momento de gloria al largo del partido, con un tsunami de fútbol por parte del equipo catalán, jugadas claras y con mucha llegada a portería. Este momento se pudo culminar en el minuto 68 de juego en que Fran Sandaza tuvo la oportunidad ideal para adelantar a su equipo en el marcador y creer que los tres puntos se irían hasta tierras catalanas. Cuando el Girona más se veía capacitado para ganar el encuentro, un centro de Sergi Enrich en el minuto 88 rematado por Braian Rodríguez en que -el balón tocó en Lejeune- se coló en el marco del guardameta gerundense.

Después del gol un Girona decepcionado por no poder concluir su momento de éxito, buscó desesperado el empate ante un Numancia envalentonado tras creerse que podrían ganar su primer partido en casa tras no conseguirlo en dos ocasiones. Con el luminoso marcando tres minutos de descuento, el equipo catalán lo dio todo hasta que un centro perfecto de Aday en el minuto 92 desde la izquierda, que cabeceó Jandro al fondo de la portería numantina, forzó el repartimiento de puntos en el estadio soriano.

Con este empate el Girona baja en la clasificación pero aún se queda en puestos de playoff de ascenso a la categoría de Oro, y recibirá la Ponfe el próximo sábado (18:00h). Por otra parte el Numancia también cae y se queda en la parte media baja del cuadro de la Liga adelante y visitará Miranda de Ebro en la próxima jornada (domingo, 21:00h).