Con el viento a favor, todo es más fácil. Y sino, que se lo digan al Girona de Machín. Ninguno de los 14 jugadores que puso en liza el técnico soriano marcó el gol de la victoria. Bastó una carambola en propia meta para que el cuadro gerundense se llevara la victoria de los Campos de Sport del Sardinero, como ya hiciera ocho días atrás en Lugo (1-2). O como hizo en el mes de octubre, cuando venció en dos partidos consecutivos -Albacete y Sabadell-, algo que está al alcance de muy pocos equipos.

El partido fue -casi- un calco del primer partido de liga, en el que el Girona también derrotó por la mínima (1-0) al Racing, en el debut de la competición en Montilivi. En aquel lejano choque del mes de agosto, fue suficiente un único gol de Felipe Sanchón para tumbar a un rival al que le costaría adaptarse a la categoría. Concretamente, no conoció la victoria hasta la jornada seis, cuando derrotó por 3 a 0 al Recreativo. Machín advirtió a los suyos que el del Sardinero iba a ser un partido difícil, contra un equipo ya acostumbrado al ritmo de la división de plata.

Pero nada más lejos de la realidad. El propio técnico reconoció al final del encuentro que no había visto peligrar en ningún momento la victoria, que fue por la mínima (0-1) porque Mario, el portero del Racing, evitó una goleada mayor de un rival muy superior. El Girona se plantó con 41 puntos al término de la jornada 22, algo que nunca había sucedido en Segunda -en el arranque de la segunda vuelta había empatado tres partidos y había perdido otros tres- y se consolidó como el mejor visitante de la categoría, con 24 puntos sobre 36 posibles.

Golpe de fortuna

El Racing de Paco Fernández salió en el partido a esperar al rival, pensando que así podría hacerle daño. Craso error. El conjunto racinguista nunca incomodó a un rival que controló el partido desde el pitido inicial hasta su término. Las llegadas al área de Becerra fueron muy tímidas y apenas pueden contarse ocasiones para los locales. Un disparo alto de Fede San Emeterio (21’), tras una buena internada de Orfila por banda derecha, y un remate forzado de Koné (24’), con una excelente triangulación en el centro del campo, fueron las primeras aproximaciones al área visitante.

El Girona encontró el gol casi sin querer. Aquellos que en un porcentaje elevadísimo se dan por perdidos porque uno no llega al balón. Pero Felipe fue a recoger el pase por alto de Granell, y Samuel intentó rechazar, con tanta mala pata que el balón rebotó en Juanpe y se coló al fondo de las mallas (0-1, min. 36). Tras el primer varapalo para los santanderinos, una buena contra comandada por Granell supuso un nuevo susto en el Sardinero. El balón le llegó a Felipe, que dentro del área cedió a Sandaza y éste, muy forzado, remató desviado (39’).

Mario salva el naufragio

Parecía que la sentencia llegaría en cualquier momento si el Girona se ponía a trabajar. De hecho, Eloi tuvo la primera oportunidad para encarrilar el partido cuando se quedó solo ante Mario tras un mal rechace de Samuel. Al centrocampista se le hizo de noche y el meta adivinó su intención tras un inocente remate al muñeco (52’). Paco Fernández introdujo a Miguélez (55’) y David Concha (64’) para encontrar más mordiente arriba, pero los recursos del Racing eran bastante limitados.

Machín introdujo a Mata (69’) y Aday (76’) para buscar la puntilla a la contra. Por su parte, el cuadro local intentaba colgar balones al área sin mucho éxito, ya que Becerra era el dueño de esta zona. En una jugada que Koné centró desde la izquierda, Miguélez remató mordido y reclamó un posible penalti por derribo, aunque la jugada ya estaba invalidada por fuera de juego del delantero marfileño (76’), que recuperó la titularidad esta semana por la baja por sanción de Mariano.

Antes, Mata ya había perdonado un mano a mano con Mario, al que le hizo falta (69'), y tampoco acertó en la culminación de una contra llevada por Aday, en la que el cancerbero tocó el balón de manera prodigiosa con la punta de los dedos para evitar el 0 a 2 (86’). El partido se fue afeando con pequeñas tánganas entre Becerra, Granero y Koné, que se saldó con la amonestación para los tres jugadores.

Con todo, el choque acabó con el 0 a 1 que había anotado Juanpe en propia meta en la primera mitad por desesperación de los aficionados cántabros. El Girona ha llegado a la cota de los 41 puntos más temprano que nunca en Segunda División y, aunque baja un puesto en beneficio del Sporting por el gol average general -los asturianos son cuartos y los catalanes, quintos-, se consolida como un equipo muy a tener en cuenta para este 2015. Nadie, o casi nadie, se acuerda ya del objetivo de la salvación. Con estos números de equipo grande, este Girona aspira a todo.

VAVEL Logo