Pablo Íñiguez volvió a ser titular esta temporada por cuarta vez. A pesar de no ser un fijo en las alineaciones, se ha convertido en uno de los recambios más utilizados por Machín en los encuentros. En el partido ante el CD Numancia, Íñiguez tuvo que hacer las funciones de Pere Pons, tarea nada fácil si tenemos en cuenta el excepcional rendimiento del de Sant Martí Vell. Fue un partido duro, táctico y de luchar mucho, aunque el jugador nacido en Burgos solventó muy bien su papeleta.

Tras el partido, Íñiguez valoró el encuentro y la importancia de ganar. "Ha sido un partido complicadísimo, hemos tenido que pelear mucho, pero el equipo ha hecho un esfuerzo tremendo porque ellos nos han planteado muchos problemas", dijo el jugador, que admitió que le costó entrar en el partido. "No es nada fácil cuando no estás compitiendo regularmente, cuesta al principio pero poco a poco te vas metiendo en el partido".

En cuanto a los polémicos penaltis, que dieron el triunfo, Íñiguez es cauto. "No soy quién para juzgar si han sido o no. Al final los ha pitado, los hemos convertido y eso nos ha ayudado a ganar, que es lo importante", reconoció el centro campista cedido por el Villarreal, que es ambicioso en las aspiraciones del club. "Siempre lo he dicho. Si estás arriba, ¿por qué hay que mirar hacia abajo? Me han criado de forma ambiciosa, y si estamos ahí hay que pelear y seguir el tirón de los fuertes", zanjó.