A pesar de haber llegado el 10 de marzo de 2014 a la ciudad gerundense, el primer triunfo de los pupilos de Machín llegó al cabo de tres partidos. "A la tercera va la vencida", dicen. Aun habiendo sucumbido en casa contra el Murcia (0-1) y en el Molinón ante el Sporting de Gijón (3-1), las sensaciones de aquel Girona habían cambiado por completo en relación con una etapa de la temporada en que cosecharon quince jornadas sin ganar.

Estas sensaciones tenían que traducirse sí o sí en buenos resultados, y éstos, a falta de dos meses para echar el cierre a la Liga Adelante 2013/2014, llegaron. El primero de ellos tiene la misma fecha que hoy, pero un año atrás: el 30 de marzo de 2014, en el marco de la 32ª jornada de liga, el Alcorcón visitó Montilivi y salió derrotado por 3 a 1. Los goles de Bordas, Timor y Juanlu anularon el tanto de Chema

El Girona empezó a hacerse fuerte en Montilivi y hasta final de temporada sólo cedió dos empates, ante Real Madrid Castilla y Mallorca (1-1 ambos). Venció, además de Alcorcón, a Mirandés (4-0), Zaragoza (2-0) y Deportivo (3-1), en el partido que rubricó una permanencia tan increíble como merecida. Lejos de casa, venció en dos ocasiones -Tenerife (0-1) y Ponferradina (1-2)-, mientras que empató en una -Hércules (0-0)- y perdió en dos -Barcelona B (2-1) y Recreativo (1-0)-. 

El artífice del éxito

Con la llegada de Machín, se implantó en Montilivi el famoso sistema de juego del 5-3-2, o 3-5-2, como prefieran. Dos carrileros muy abiertos y con mucho recorrido, tres centrales, tres mediocentros y dos atacantes. El esquema ha sorprendido a la mayoría de rivales que se han enfrentado a los catalanes y, en mayor o menor medida, han ido sufriendo los efectos de dicho sistema. 

Traducido en números, y sólo hablando de la competición doméstica, el técnico de Gómara ha conseguido en total 22 triunfos en 44 jornadas disputadas -repartidos entre seis la temporada pasada y 16 la actual-, lo que supone el 50% de victorias. Asimismo, ha conseguido 11 empates (el 25%) y el mismo número de derrotas (el otro 25%). Es decir, que en el 75% de jornadas disputadas, un año después de su primera victoria, el equipo de Montilivi ha conseguido puntuar en sus compromisos. Una cifra nada desdeñable.

Lo que es más que evidente es que el "ambicioso" Pablo Machín, como se define él, ha conseguido sacar del pozo a un equipo que estaba hundido y lo ha llevado, en la actual temporada, a ganarse el derecho a soñar a falta de once jornadas para que baje el telón definitivo de la categoría. Y puede ser ambicioso porque a nadie se le escapa que este equipo puede luchar por el ascenso directo. La emoción está servida y el techo de Machín, sin duda, está más alto que nunca.