El partido de ayer fue marcado por las delanteras de ambos equipos. La efectividad fue el punto clave en la derrota ante Las Palmas, que supo marcar sin dominar el mínimo el partido. El Girona parece encontrarse en “bonus” en esta posición. Sandaza, desaparecido, en el banquillo con molestias. Felipe Sanchón no es el mismo de principio de temporada, su don de desbordar al borde del área parece haberse desvanecido. Y Mata –aunque tuvo alguna oportunidad clara y su juego no es malo–, parece hacerle cada vez más pequeña la portería rival.

La cruz de la moneda está en el cuadro local. “El Chino” Araújo marcó en la primera ocasión nada más empezar el choque en un balón rebotado que pudo rematar a su merced. Y Alfredo Ortuño –que su presencia fue bastante discreta– tuvo una aparición magistral para hacer un remate de “killer” total y poner el 2 a 0 final en el marcador.

El cuadro catalán no pudo eliminar esta racha de cara a portería con su gran dominio del balón. Aunque tuvo llegada al área contraria, la efectividad estaba destinada a ser 100% para el conjunto local. El poder de las jugadas de estrategia y el de los jugadores no protagonistas no siempre estará conjurado para ganar el partido. El KO en el Gran Canaria supuso entregar la plaza de ascenso directo a las Palmas y entrar de nuevo en playoff como cuarto clasificado.  

Empezar perdiendo

Tres derrotas en cuatro partidos. Los canarios tenían el riesgo de perder fuerza y la zona de ascenso directo en que habían mandado durante más de medio curso tenía que volver a ser suya. El partido de ayer para ellos era la finalísima ante uno de los rivales más fuertes del campeonato. Para el Girona seguro que fue un objetivo claro el hacer daño en la moral de Las Palmas. Aunque se saliera al césped con las ganas de asaltar el Gran Canaria, la primera jugada marcó el partido. La primera aparición en el área, y el primer gol. En una jugada protestada por Aday, que reclamaba falta en ataque, David Simón por la banda derecha de forma majestuosa asistió Araujo, que letalmente –minuto tres de partido–, no perdonó. El castigo para los gerundenses fue demasiado porque su juego era claramente superior al cuadro local.

La diferencia en la definición fue determinante. Después del tanto de Araujo, Mata pudo dar el empate, pero el balón salió desviado. El Girona no fue inferior en ningún momento, pero el hambre de gol para los locales fue superior. En la primera mitad ambos equipos compartieron jugadas de lucidez y muestras de buen fútbol. El cuadro local solo destacó en ataque con alguna aparición puntual. Los gerundenses no supieron conectar por completo, sobre todo con los puntas, que no supieron dar la talla. Los mediocampistas, que siempre son protagonistas, no supieron dar su máximo potencial. Poco antes del descanso, Jaime Mata tuvo otra ocasión clara.

Aunque el conjunto rojiblanco se fue al descanso con desventaja, no dejó a Las Palmas tranquilo. Su actitud en el campo fue la de que el empate podía llegar pronto. Pero su verdadero reto para la segunda mitad era saber afinar de cara a portería. 

La sentencia fatal

El Girona retomó el rumbo del encuentro en la segunda mitad. Más dominio y posesión del esférico. Aunque su protagonismo era espectacular, las llegadas no eran efectivas para hacer daño al cuadro canario. Las Palmas se compactó, y la solidez en defensa la demostró retrocediendo un poco las líneas. Además, el juego fue más duro y las faltas en el mediocampo fueron varias. Machín apostó por Coris, que sustituyó Aday –minuto 58– para dar más rapidez en las jugadas de combinación.

El conjunto rojiblanco tuvo oportunidades, pero de nuevo la efectividad estaba aguada. En cambio, para los locales, que no destacaban en juego, tuvieron la aparición de  Alfredo Ortuño. En una acción aislada, y protestada por los jugadores gerundenses, el balón cayó en los pies del ariete, que definió con mucha sangre fría –minuto 67–. Después el delantero pidió disculpas a su antigua afición, que tantas alegrías dio en la campaña pasada.

Los hombres de Pablo Machín no perdieron la fe después del 2-0 –aunque se les hacía muy difícil– y continuaron con nivel más que aceptable de juego, con bastante más participación productiva de los centrocampistas que en la primera mitad. Entró Jandro –minuto 72– que demostró que aún no ha perdido sus facultades de gran creador. Aunque la intención era enorme, las jugadas claves para batir el cancerbero local eran diluidas por su falta de puntería. El partido terminó con un resultado demasiado fatal para el Girona, que tendrá que retomar su trayectoria el sábado que viene en Montilivi ante el Leganés

VAVEL Logo