Mallorca y Girona disputan uno de los partidos en que se decidirá el ascenso a Primera División. Los locales, sin nada en juego, afrontan el partido con la tranquilidad del deber cumplido en forma de salvación, objetivo impuesto a mitad de temporada tras su pésimo inicio liguero. Los visitantes, en cambio, saldrán con la mente puesta en volver a Girona con los tres puntos en el bolsillo para decidir, si el Sporting no pincha en casa ante el Sabadell, el ascenso delante de su afición la próxima semana ante el Lugo.

La actitud puede marcar la diferencia

Con siete puntos de margen respecto al descenso con seis por jugar, el Mallorca ratificó su permanencia con dos victorias consecutivas pese a su derrota este último fin de semana. Tras un año marcado por las polémicas en el conjunto balear, la situación no ha mejorado mucho pese a la salvación. Con un técnico cuestionado que muy probablemente no dirigirá al equipo la temporada que viene, la negación de Riera a participar en más encuentros hasta que Soler no abandone el equipo no ha hecho más que crispar el ambiente.

Pese a no jugarse nada, el partido es especial para Josep Lluís Martí, quien se despedirá de su afición tras siete temporadas en el club anunciando que abandona el equipo al finalizar la temporada. Apunta a la titularidad en un once que de buen seguro mezclará habituales con jugadores más secundarios y algún que otro joven canterano.

La racha de los visitantes es, simplemente, espectacular. Siete partidos invicto (19 de 21 puntos posibles) en las últimas siete jornadas, con una única derrota en doce partidos. Estos resultados les han llevado a depender de sí mismos a falta de dos jornadas para el final de la temporada. Con dos victorias más, el equipo entrenado por Pablo Machín será nuevo equipo de Primera División. Independientemente de lo que hagan sus rivales, en especial, el Sporting (Las Palmas tiene alguna opción, pero demasiado remota).

Nada tiene que ver este equipo con el que visitó Mallorca hace una temporada. Por aquel entonces, el Girona estrenaba técnico. Javi López fue el elegido para cambiar el mal rumbo que había tomado el equipo con Ricardo Rodríguez en el banquillo. En once partidos, una única victoria por siete empates y tres derrotas. Precisamente tras la derrota en su debut por dos goles a cero, el equipo entró en descenso, posición que no abandonó hasta la jornada final tras el nuevo cese de entrenador y la llegada del hoy tan aclamado Pablo Machín. Para este partido, el técnico soriano podrá contar con toda su plantilla a excepción de Ramalho, lesionado hace diez días. Habrá que ver el estado físico de Lejeune tras forzar su titularidad ante el Llagostera aunque no se presumen cambios significativos en el once visitante.

Con la mente fijada en el ascenso

Para el técnico local, Soler, muy probablemente será su último encuentro dirigiendo al equipo en el Iberostar. Pese a no jugarse nada, el técnico confía en “estar a la altura delante de la afición", dice el de Hostalets d'en Bas, que lo tiene claro: "Somos el Mallorca y somos profesionales. Mi trabajo es mantener la máxima tensión y pediré intensidad porque el domingo jugamos en casa, contra un rival que se juega el ascenso directo”.

Pablo Machín, por su parte, confía en que el equipo “se comporte como lo ha hecho en las 40 jornadas precedentes" y que, de ser así, subirán. El técnico soriano admite que el Girona “tiene una motivación superior al Mallorca, si la normalidad manda”. Además, no piensa en el ascenso para este partido, difícil teniendo en cuenta que Sporting debería pinchar como local ante el Sabadell. "Lo más lógico es que tengamos que ganar en Montilivi", apunta el técnico de Gómara, que ve la clave del éxito en "haber sido capaces de convivir con la presión que ellos mismos se han impuesto".

Posibles alineaciones

R.C.D. Mallorca S.A.D. 4-2-4 football formation F.C. Girona 3-5-2 football formation