Después del gran batacazo de este domingo pasado en Montilivi, llega la hora de planificar “sí o sí” la temporada que se avecina. Son muchas las incógnitas que están sobre la mesa de la dirección deportiva del club gerundense y entre la multitud de jugadores que acaban contrato, el Girona le interesa seguir contando con algunas de las piezas claves del equipo, y uno de los más fundamentales es Richy Álvarez.

El central vigués demostraba de nuevo su enorme pena y frustración frente el gran tropiezo que sufrió el conjunto blanc-i-vermell este pasado domingo: “Yo casi no me lo creo. Ha sido la semana más dura de mi vida futbolística”. También confirmaba su tristeza al no poder hacer la heroicidad de la temporada: “La temporada ha sido increíble, pero nos vamos con el regusto de pensar que podíamos haber hecho algo mucho más grande”.

Pero el gallego tiene claro lo que toca hacer ahora es "pasar página y volver a la realidad". "Y, ante todo, desconectar. Ahora mismo es lo único que pienso: olvidarme del fútbol unos días y dentro de unas semanas, ya veremos", añadió.

Richy, como capitán del primer equipo y un auténtico pilar del vestuario, ya sabe del interés del club para seguir contando con él de cara el próximo año, y él estaba encantado de seguir, pero después del sorprendente cambio de guion en este final de temporada se abren los interrogantes. “Las lágrimas de después del partido eran porque, subiendo, me veía en Girona. Quedándonos en Segunda, no es que me vea más lejos, pero no hay tantas opciones. Ahora bien, espero que el club y mi representante lleguen a un acuerdo. Como mínimo, yo pondré todo de mi parte, porqué Girona, como siempre he dicho, es mi segunda casa. Y como he estado aquí, no he estado en ninguna parte, sin contar Vigo”. El zaguero añadió, por último, que ahora mismo desconoce qué ofertas tiene encima de la mesa, pero quiso dejar claro su afinidad por el Girona: "Si tengo que seguir en Segunda A, mi prioridad es el Girona sí o sí".

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