El zaguero vasco ha sido una de las piezas claves para la defensa de este Girona que estuvo a punto de alcanzar la gloria. Después de disputar su primera temporada en el club catalán, Ramalho se presentaba esta campaña como uno de los protagonistas en el once de Pablo Machín. Además es una auténtica promesa de la cantera de Lezama y que ha renovado un año más con el club de su vida, el Athletic Club, donde creció como futbolista desde categoría alevín. Los números demuestran su gran destreza y habilidad como central e incluso la posibilidad de jugar de lateral derecho. 36 partidos y todos siendo titular, los datos están ahí y nos dan a conocer a un jugador de auténtica seguridad en el campo y importantísimo para afrontar esta pasada liga de 2ª División

Ramalho uno de los hombres de confianza del técnico soriano, fue necesario para poder llevar a uno de los equipos más humildes de la categoría a casi tocar el milagro. Después de desempeñar un papel estratosférico como central diestro, el joven de Barakaldo sufrió una lesión con ruptura total del ligamento cruzado de la pierna izquierda que le obligó a pasar por el quirófano en el partido frente el Alavés. El defensa getxotarra se perdió el resto de la temporada y no pudo disputar los partidos más importantes para su equipo que acabaron en la tristeza absoluta para todos los aficionados blanc-i-vermells.

Pese a no poder ayudar a sus compañeros a alcanzar el cielo de Primera División, Ramalho se salió absolutamente en esta campaña 2014/15, con un juego defensivo impecable y sobre todo destacó pos su faceta ofensiva con dos goles en su cuenta. Características que lo han llevado a ser uno de los candidatos a volver a su club de origen y ser un jugador con mucha proyección de futuro y ser sustancial para el equipo que lo tenga en su plantilla. 

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