El Girona consiguió el pasado sábado una valiosa remontada en el Carlos Tartiere y se sitúa en la zona media-alta de la tabla. A pesar de que el Oviedo se adelantó en el marcador en la primera parte, con un gol de cabeza de Borja Valle, el equipo gerundense remontó el encuentro gracias a los goles de Granell y  Mata, finiquitando una mala racha de sólo un punto de 9 posibles.

Pablo Machín, en la rueda de prensa tras el partido, empezó sus declaraciones comentando que no ha encontrado grandes diferencias en su equipo respecto las anteriores jornadas en que no pudieron vencer: "La imagen del equipo es similar. Tal vez el día del Nàstic no competimos tanto ni generamos tantas ocasiones como estamos acostumbrados, pero en el resto hemos competido de una manera similar". No obstante, el técnico de Gómara no ha dudado en señalar que hoy el equipo ha estado muy acertado: "Hemos estado más sólidos y más eficaces, porqué hemos podido materializar dos ocasiones".

Machín destacó la gran solidez defensiva de sus jugadores ya que, a pesar de jugar muchos minutos con un hombre menos, el equipo supo sufrir y llevarse los tres puntos: "Hemos defensado muy bien y hemos sabido defensar juntos para que no se notase la inferioridad". En relación a la expulsión por doble amarilla a Alcaraz, el técnico soriano consideró que el arbitraje estuvo condicionado por la presión del público: "La expulsión seguramente también ha estado condicionada.  Seguro que en Montilivi es mucho más difícil ver que muestran esa segunda amarilla a un visitante. Debemos ser inteligentes y aprender”, consideraba el técnico del equipo catalán. 

Gracias a esta segunda victoria de la temporada, la segunda a domicilio, el Girona afrontará con más garantías el derbi gerundense ante el Llagostera, el próximo domingo en Montilivi. 

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Sobre el autor
Sebastià Molina
Graduado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Preparador físico en el Fútbol Base del Girona FC