Con el paso de las temporadas, el Girona se ha convertido en un habitual de Segunda División, se ha consolidado como un buen equipo y ha disputado dos eliminatorias de ascenso a Primera en tres años. Tras ocho años militando en la categoría de plata, las ha visto de todos los colores y se ha enfrentado a multitud de equipos. Algunos se le dan especialmente bien, otros no tanto y hay algunos, entre los que se encuentra el Almería, que le producen verdaderos problemas cuando se enfrenta con ellos.

Echando la vista atrás, el cuadro catalán fue capaz de arrancar un empate la primera vez que se enfrentó a los andaluces, pero los cinco encuentros restantes se han traducido en derrotas. De infausta memoria fueron las dos últimas, que condujeron al Almería a Primera División y condenaron al Girona a seguir en Segunda sin conseguir el sueño de ascender.

La situación, ahora, es muy distinta. El Almería, firme candidato a recuperar la categoría que perdió el año pasado, es el vigesimoprimer clasificado, con sólo siete puntos. No mucho mejor está el Girona, con ocho puntos, pero los catalanes todavía no han pisado el descenso a Segunda B, a pesar de llevar varias jornadas coqueteando con la zona roja.

Revolución parcial

Con la pérdida de la categoría, el equipo que preside Alfonso García también tuvo un éxodo de jugadores y la reinvención en la plantilla fue notable. Más de una decena fueron las bajas de los almerienses en el mercado estival, destacando los nombres de Verza (Levante), Thievy (Espanyol), Espinosa (Villarreal) o Hemed (Brighton). Sin embargo, se quedaron hombres como Míchel Macedo, Dubarbier, Soriano o Jonathan Zongo.

Los fichajes tenían que llegar, y lo cierto es que el cuadro andaluz se ha reforzado con jugadores de experiencia contrastada, que ha combinado con otros jugadores más jóvenes. En el primer apartado destacan Cristian Herrera (Elche), Fatau (Granada), Casto (Las Palmas) o Chuli (Betis), mientras que en el segundo son dignos de mención el delantero Pozo (fichado por 500.000 euros al Manchester City), Lolo Reyes (Betis) o Iago Díaz (Lugo).

Sistema de juego

El esquema que empleó las primeras siete jornadas Sergi Barjuan, y que se supone que mantendrá Miguel Rivera, el nuevo entrenador tras la destitución del catalán, es el formado por un 4-2-3-1. Dos laterales con vocación ofensiva, dos pivotes para tapar las carencias de los defensas que suben, uno de corte defensivo y el otro organizador, con dos buenos jugadores por banda y un delantero arriba que lo lucha todo.

En portería, al meta Julián le ha salido un duro competidor, el veterano Casto. A pesar de apostar por éste último las primeras jornadas, en el seno del club se empezó a apostar por Julián. Sin embargo, en el empate ante el Tenerife (2-2), que le costó el puesto a Sergi Barjuan, el postrero gol tinerfeño en el minuto 89 llegó por un grave error del cancerbero granadino.

En la línea defensiva, son titulares Míchel Macedo, Morcillo, Fran Vélez y Dubarbier. Cuéllar se ha quedado fuera de la convocatoria por lesión. El lateral derecho tiene más vocación ofensiva que defensiva, por lo que debería cuidar más su espalda. Algo parecido sucede con Dubarbier, que podría actuar como extremo. Los centrales dejan que desear y han cometido errores que le han costado puntos al Almería.

En la medular, Montoro y Lolo Reyes son los titulares. Tras la lesión de Fatau y la marcha de Corona al fútbol australiano, los dos recién llegados se postulan como la pareja de pivotes. El primero procede del Recreativo y tiene un corte organizador, a pesar de no estar dejando las buenas sensaciones de la pretemporada. Lolo Reyes, procedente del Betis y cedido a la entidad almeriense por una temporada, tiene un perfil claramente destructor, aunque es especialista en colocar balones largos.

Los suele acompañar, en la media punta, el veterano Soriano. A pesar de su edad -en septiembre cumplió 36-, el maño se siente cómodo y abarca mucho espacio en su línea. Sin embargo, el técnico siempre tiene un as en la recámara para sustituirlo hacia el minuto 60-70 de partido, bien sea Eldin Hadzic o Pozo. El atacante serbio no está ofreciendo el rendimiento que se espera de él, a pesar que en pretemporada dejó destellos de su calidad.

En bandas, juegan Iván Sánchez por la derecha y Iago Díaz por la izquierda, aunque Rivera esté probando con Quique González. El primero fue uno de los mejores en el Almería B el año pasado, que estuvo a punto de subir a Segunda, por lo que subió al primer equipo, donde está cuajando una buena campaña, mientras que Quique González dejó buenas sensaciones en el Racing la temporada pasada y volvió al equipo almeriense para hacerse un hueco en el primer equipo.

Arriba, el incansable Chuli parte como favorito para ocupar la demarcación del '9'. El delantero cedido por el Betis lo lucha todo y lleva dos tantos. También podrían ocupar su posición Cristian Herrera (no ha sido convocado para jugar contra el Girona), Pozo (un gol) e incluso Jonathan Zongo, aunque el de Burkina Faso sigue recuperándose de su fractura por estrés del quinto meta de su tobillo derecho.

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