El Almería logró en Girona el primer punto a domicilio de la temporada que sin embargo no le sirve para salir de los puestos de descenso, pero al menos cortó la racha de derrotas en sus visitas y lo dio todo sobre el campo. El conjunto almeriense se adelantó en el marcador en el minuto 3 por medio de un penalti transformado por Quique, aunque el rival empató pronto, en el 8. Nuestros representantes llegaron a pasar por momento de apuros, pero se fueron rehaciendo y tuvieron solidez defensiva. Lástima que en ataque estuvieran imprecisos porque con algo de más acierto podían haber sorprendido al rival.

Miguel Rivera se estrenaba esta temporada en el banquillo del Almería y lo hacía con cambios en el once respecto de la jornada anterior. De hecho Casto volvía a la titularidad en la portería, y jugaban de inicio José Ángel, en el doble pivote con Montoro; Quique en la banda y Antonio Puertas haciendo la media punta. Una formación con la que se pretendía acabar con la mala racha de cuatro jornadas consecutivas sin ganar. Además los resultados de la jornada situaban al Almería como último clasificado. Con estos argumentos sumar los tres puntos era fundamental.

El conjunto almeriense, que había saldado todos sus desplazamientos con derrotas, visitaba al Girona, que no había ganado todavía en casa, en un estadio, el de Montilivi, de grato recuerdo para los rojiblancos, que vencieron en los encuentros jugados allí en la temporada del último ascenso a Primera División. 0-1 en la Liga, e idéntico resultado en el play-off para subir a la Liga BBVA.

Las cosas no pudieron comenzar mejor para el Almería, que en el minuto 3 se adelantaba en el marcador al transformar Quique un penalti cometido sobre él mismo tras internarse en el área por la derecha. Sin embargo lejos de adquirir confianza con ese resultado, el conjunto almeriense sufrió. De hecho en el minuto 8 el Girona empataba con un disparo potente y cruzado del lateral derecho Aday dentro del área, que estaba libre de marca.

El gol espoleó a los locales y creó incertidumbre en el Almería, que pasó por momentos de apuros. En el minuto 11 Casto tuvo que mandar a córner un remate de Granell, en el 17 la pelota se iba al larguero tras una falta lejana lanzada por el Girona que no tocó nadie, y en el 20 Felipe Sanchón tuvo una nueva oportunidad que Casto evitó que terminara en gol.

El Girona FC mereció más en el choque, que lo pudo sentenciar en la primera parte.

Los catalanes tenían la posesión y el Almería intentaba hacerse fuerte en defensa y a partir de ahí intentar sorprender por velocidad con fútbol más directo. Lo primero lo logró, ya que empezó a controlar al adversario, pero en ataque no tenía argumentos al mostrarse impreciso y falto de ideas con lo que no dispuso de ocasiones. En el minuto 44, un balón en largo de Casto llegó a Quique, que asistió a Chuli, pero éste no acertó a batir al meta local en lo que pudo haber sido el 1-2. Con empate se llegaba al descanso tras un primer tiempo muy disputado, intenso y por momentos pasado de revoluciones por parte de ambos conjuntos.

Casto fue otra vez clave en el inicio del segundo período al evitar el 2-1 en dos remates consecutivos de Felipe Sánchón. En cualquier caso y a pesar de ese susto inicial, el Almería supo madurar mejor el partido que en los primeros cuarenta y cinco minutos, sobre todo en defensa y en la medular, donde tuvo mayores opciones y posesión, aunque seguía sin acertar en ataque. En el minuto 62, tras un saque de esquina de Quique, Chuli recorta ante un contrario, el balón le da en la mano, pero el colegiado no señaló nada.
 

El Almería parecía tener controlada la situación y sólo le faltaba mayor precisión arriba para poder sorprender al Girona, que en el minuto 78 a punto estuvo de marcar. En el tramo final de la confrontación se sucedieron las alternativas, aunque fueron los gerundenses los que se acercaron más a la meta contraria con un conjunto almeriense que hizo un buen trabajo defensivo.