El Girona sigue sin saber que es ganar en Montilivi, escenario en el que ya se han dejado escapar once de los catorce puntos disputados en el feudo catalán. A pesar de que ambos equipos gozaron de ocasiones para perforar la portería rival, el encuentro terminó igual que empezó, con empate a cero.

Pablo Machín, en la rueda de prensa tras el partido, empezó sus declaraciones comentando que no se va contento del partido ya que, como es lógico, querían llevarse los tres puntos: "siempre digo que puntuar es bueno. No me voy contento, porqué buscamos los tres puntos, con nuestras armas y nuestras limitaciones, pero creo que en algún momento la insistencia nos dará sus frutos", explicó el técnico del Girona.

El técnico destacó la intensidad de ambos equipos en el partido, a pesar de que exige mucho más a su equipo en cuanto a juego y ocasiones. "Ha sido un partido de mucha intensidad, que es lo mínimo que se puede pedir. Hemos generado ocasiones más por la inercia que por la calidad en la creación. Un rival como el Zaragoza tampoco nos ha generado ocasiones para ganar. Pero también soy exigente y me gustaría generar más ocasiones, realizar un juego mas elaborado y tener más frescor", comentaba el técnico soriano.

En relación al mal momento que atraviesa el equipo, el técnico de Gómara no dudó en responder que "sí era un mal momento", pero estaba convencido de las posibilidades que puede ofrecer el equipo. "La clasificación dice que no conseguimos ganar y estamos a la parte baja. En los malos momentos, ir sumando poco a poco es ir agarrando un granito de arena para cuando vengan tiempos mejores". 

Por último, la nota agradable del partido fue el debut del joven canterano Joel Arimany que, con 17 años, se convirtió en el jugador más joven en debutar en Segunda División A con el Girona. "Siempre es de celebrar que un gerundense del plantel debute. Esto no es de cara a la galería. Por mérito suyo y, por qué no reconocerlo, por falta de otros delanteros profesionales", sentenciaba el entrenador del conjunto catalán.