Los aficionados del Hércules acudían al Rico Pérez con la ilusión de ver ganar a su equipo en casa. Tras la victoria en Mallorca, era una oportunidad enorme para certificar la mejora del conjunto de Quique Hernández.

Sin embargo, la ilusión de los aficionados pronto se tradujo en bostezos. El partido se volvió insulso. Prueba de ello es que hasta el minuto 17 no se vio el primer remate a puerta del partido. Sissoko enganchó un balón desde fuera del área que Santamaría atrapó sin problemas.

La intensidad de la Ponferradina provocaba muchas pérdidas del Hércules en zonas delicadas, causadas también por la lenta circulación del balón por parte de los locales. En una de estas acciones, Yuri tuvo la posibilidad de adelantar a su equipo en el marcador, pero Echaide despejó el esférico, que se paseó por el área pequeña.

Los primero cuarenta y cinco minutos finalizaron, y los pitos resonaron en todo el feudo alicantino. Sin duda, la primera parte del encuentro no será recordada por ningún aficionado herculano. La segunda, por el contrario, comenzó con un gran disparo del portugués Yuri, que forzó la estirada de Falcón.

En la primera mitad, la Ponfe tuvo la oportunidad de adelantarse en el marcador con un remate de Fofo, que se estrelló en el larguero. El partido podría haber cambiado por completo si aquel remate se hubiese desviado un par de centímetros. La defensa del Hércules hacía aguas.

Pero unos minutos después, una ocasión del Hércules mostraba a la afición que el equipo seguía ahí. Una buena jugada de Eldin, que centró al área pequeña, acabó con el remate de Pamarot, que Santamaría paró con unos estupendos reflejos.

El cambio de Portillo

Más tarde, Quique Hernández sustituyó a Portillo por Azkorra. El delantero madrileño, como suele ocurrir en el Rico Pérez, recibió pitos y ovaciones a partes iguales. Lo cierto es que el punta vasco, en el minuto 73, marcó el gol de la victoria, que, para mayor incertidumbre, remató en el poste y entró a la portería.

Los minutos finales se convirtieron en un ejercicio de defensa por parte del Hércules. Y no solo eso. El conjunto adquirió, de repente, una intensidad que no se había visto en el encuentro. Parece que el equipo juega mejor con un ambiente favorable. Con las victorias, el entorno se volverá más agradable, desde luego.

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