Real Jaén y Numancia se enfrentaban en el Nueva Victoria en lo que se presagiaba como un partido igualado entre ambos equipos. Con una diferencia de tan solo 3 puntos en la clasificación y tras llegar ambos conjuntos con sendas derrotas en sus últimos encuentros, los tres puntos se antojaban importantes para un reencuentro con la victoria. Era un partido de dudas e incógnitas, no solo por las bajas de jugadores importantes en ambos equipos, si no también por el pobre juego desplegado tanto por los jienenses como por los sorianos en sus últimos encuentros.

El Real Jaén, que llegaba al choque 15º con 28 puntos a tan solo uno del descenso, necesitaba la victoria ante su gente para alejarse de la cola y para demostrar que las recientes incorporaciones y salidas no afectaban a la concentración de la plantilla. Las numerosas bajas del conjunto andaluz debido a estos movimientos hicieron que Manolo Herrera incluyera en la convocatoria a los canteranos Pablo Ortiz, Diego y Molina.

En cuanto a los visitantes, el Numancia llegaba tras una dolorosa derrota en el último minuto de partido ante el Lugo, que había sacado a los rojillos de los puestos de play-off. Con 31 puntos y en mitad de la tabla, los de Anquela querían un buen resultado que alejara los fantasmas de la pasada derrota y no cortara la buena racha a domicilio, ya que el Numancia no pierde fuera de Soria desde el mes de septiembre del 2013, cuando lo hiciera en Murcia. Anquela no podría contar con Gaffoor, sancionado, ni con Del Pino, lesionado.

A priori, un choque igualado

Comenzaba el encuentro en el estadio Nueva Victoria con ambos equipos muy reservados ofensivamente pero bien colocados tácticamente, lo que propiciaba muy poco fútbol en las áreas y mucha pelea en medio campo. Los pocos acercamientos del partido venían o bien a balón parado o de la mano de Luis Valcarce, el único jugador del Numancia y del partido que parecía haber salido con una marcha más que sus compañeros y rivales.

Los minutos corrían en Jaén, y el partido seguía muy igualado y un tanto aburrido. Parecía que ningún conjunto quería el balón y ambos se mantenían expectantes atrás y firmes en el medio campo. Lo más destacable de esta primera parte llegaría en el minuto 39, cuando Antonio Tomás se lesionaba en una jugada fortuita en el que el 20 rojillo clavaba su rodilla izquierda en el césped al intentar controlar el esférico. Anquela se veía obligado a cambiarlo por Marc Pedraza, lo que no suponía ningún cambio táctico en el Numancia. Se llegaba de esta forma al final de los 45 primeros minutos.

El fútbol ofensivo brillaba por su ausencia

La segunda parte arrancaría con un Jaen con más posesión pero con el mismo peligro ofensivo, ninguno. Los sorianos aguantaban cómodos atrás buscando alguna contra que no llegaba. En el minuto 50 Biel Ribas detuvo un remate forzado de Machado y un minuto después Julio Álvarez la tuvo para el Numancia, pero su disparo salió desviado.

Según avanzaba el partido los visitantes estiraban algo más sus líneas y el encuentro empezaba a romperse, pero las zagas de ambas escuadras solventaban sin problemas los ataques rivales. Los entrenadores comenzaban a mover los banquillos buscando algo de pegada. Mientras Anquela daba entrada a Vicente, Manolo Herrera sacaba a Óscar Rico, jugador recientemente incorporado a la disciplina jienense.

Marcador igualado y partido tedioso

Se llegaba al último cuarto de hora de partido, y el Numancia achuchaba la porteria de René con balones colgados al área, pero la mejor jugada de peligro sería para el Jaén. En el minuto 83 Machado se plantaba solo ante Biel Ribas tras un gran pase de Jona, pero el cancerbero rojillo resolvía la papeleta con maestría. Tras cuatro minutos de prolongación el señor Latre señalaba el final del encuentro, que a la vista del juego desplegado por ambos equipos, acababa con un marcador justo y representativo de los 90 minutos de parco fútbol en Jaén.