De nuevo llegaba un equipo colista a Soria. El Girona, que tan solo había conseguido 6 puntos de los últimos 30 posibles, se presentaba en Los Pajaritos con la necesidad de volver a ganar para abandonar el puesto de farolillo rojo. El Numancia, por su parte, quería la victoria para dejar de estar en tierra de nadie en la clasificación de la liga de plata española. Sobrevolaban por Soria los fantasmas de los malos resultados contra los equipos colistas, conjuntos que se le dan muy mal al equipo rojillo.

El Numancia, con 32 puntos y en mitad de la tabla, buscaría su primera victoria del 2014 en casa tras cosechar un empate a cero contra el Jaen la pasada jornada en tierras andaluzas. Con Antonio Tomás aun lesionado, Anquela decidía alinear a Pedraza en un once que contaría con la incorporación de Gaffoor en el centro de la zaga.

Un Girona muy necesitado, con tan solo 25 puntos, encaraba el choque buscando una victoria que consiguiera mejorar la racha de diez partidos sin sumar tres puntos. Javi López no podría contar con Carles Mas, Moisés Hurtado y David Juncá. Por contra, volvería a tener disponible a Chus Herrero, muy castigado por las lesiones esta temporada.

El fantasma de los colistas en Soria

Arrancaba el partido en un césped visiblemente helado, que haría que algún jugador tuviera que usar sus dotes de equilibrista para no caer al suelo. La fría tarde soriana contagió a ambos equipos, que afrontaron el partido muy conservadores y sin grandes despliegues ofensivos. Akapo e Iván López lo intentaban con disparos lejanos, pero la primera gran ocasión del partido estaría en las botas de Jandro. El 20 girondense estrellaba el balón en el palo tras un fallo clamoroso de Juanma que entregaba el balón al atacante del Girona.

El Numancia seguía confiando en disparos lejanos, pero Becerra estaba muy bien plantado bajo palos y repelía todo balón que se dirigiera al fondo de las mayas. Un Luís Valcarce muy activo puso en problemas al portero visitante con un gran cabezazo que sacó el cancerbero con una gran estirada a contra pie. Con algún disparo más por parte de ambas escuadras, se llegaba al final de una primera parte en la que el Numancia jugó mejor pero, como ya es costumbre en los últimos partidos, no anotó.

El Numancia achucha pero no define

La segunda parte comenzaba con un Girona mejor plantado. Aun así Natalio la tuvo en el minuto 50, pero de nuevo Becerra salvaría a su equipo. Los minutos corrían y el Numancia se diluía. El centro del campo rojillo era inexistente y el equipo catalan conseguía hacerse con la pelota. Chando tuvo en el minuto 56 un mano a mano con Biel Ribas, pero el delantero desaprovecho la oportunidad.

Anquela veía que el partido se le escapaba y daba entrada a Palanca y a Bedoya en busca de una mayor profundidad. Sería el extremo rojillo el que en el minuto 75 tendría una de las últimas ocasiones del Numancia, pero su disparo se estrellaría en el palo. El Girona controlaba el partido totalmente, pero la defensa numantina, con un gran Gaffoor, conseguía desbaratar todos los ataques girondenses.

Ocasiones en ambas porterías y control de balón visitante

Con los de Anquela visiblemente agotados y un Girona que se conformaba con el empate, se llegaba al final del encuentro sin ninguna ocasión clara más. Ocón Arraiz hacia sonar su silbato y los jugadores se retiraban a vestuarios. El Numancia seguía sin vencer en Soria en 2014, y la maldición de los colistas continuaba acechando el feudo rojillo.