El segundo partido amistoso que disputó el conjunto entrenado por José Manuel Díaz se saldó con un gol de Acorán a poco de iniciar el encuentro. Con 21 jugadores disponibles —Prieto simplemente calentó y Robert no disputó ningún minuto—, Díaz decidió dar más de 45 minutos tan solo a Alan Baró y Carpio. En el primer once, destacó la inclusión de Acorán en el mediocentro junto a Rueda, quien ejerció la función de pivote más defensivo. Cristian Fernández y Pablo Infante ocuparon las bandas, con Dieguito y Yuri como delanteros.

Golazo tempranero de Acorán

Así, con tanto hombre ofensivo, la Ponferradina buscó presionar en campo contrario y recuperar el balón rápido para elaborar las máximas jugadas posibles. Sin embargo, simplemente creó peligro con disparos lejanos y en uno de los muchos llegó el 0-1. Acorán Barrera dribló a un rival, enfiló y chutó con virulencia desde cerca de 25 metros. El guardameta local, Macía, simplemente vio pasar el balón hasta que tocó el lateral de la red. El gol tan tempranero parecía avecinar una goleada.

El Barco se tomó el partido muy en serio y cortó algunas jugadas de peligro con faltas estratégicas, sobre todo a Pablo Infante, uno de los más incisivos junto a Acorán en la primera parte. Cristian Fernández, pegado a la banda derecha también lo intentó y en un centro desde la esquina del área grande el balón se envenenó hasta golpear el larguero. De nuevo, el reciente fichaje procedente del Mirandés probó fortuna desde larga distancia pero encontró la respuesta acertada del portero.

El conjunto valdeorrés disfrutó de su mejor ocasión en un tiro de Pablo Corzo desde el borde del área que rozó en Castañeda. Fue antes de que el colegiado anulase un gol al exjugador de la Deportiva B, Diego Tato, por fuera de juego. El equipo blanquiazul siguió dominando tras las intentonas locales y se topó otra vez con el poste. Fue en un libre directo de Pablo Infante, cuyo rechace erró Dieguito.

Pablo Infante conduciendo el balón | Foto: Alejandro Lorenzo

Cambio radical de jugadores, no de estilo de juego

En la segunda parte, hubo oportunidad para ver a los juveniles Raly y Néstor, que aprovecharon bien los minutos. También para Ozkoidi, jugador a prueba en la Ponferradina. El extremo donostiarra demostró tener ganas de hacerse con un puesto en la plantilla y disfrutó de varias oportunidades de gol, aunque no tuvo la suerte de su lado. Además, Camille debutó con la Deportiva en el lateral izquierdo. Alan continuó como central, hasta que le sustituyó Carpio, que se mantuvo en el centro de la defensa, con Óscar Ramírez en el lateral derecho.

Andy y Jonathan manejaron el juego y presionaron continuamente la salida de balón local. Así, al igual que en la primera parte, dispusieron los jugadores bercianos de ocasiones suficientes para ampliar el resultado aunque Alberto, guardameta suplente del Barco, y el linier estropearon los disparos del cuadro visitante. Berrocal dispuso de las oportunidades más claras y en la que hizo gol, tras pase de Néstor, el juez de línea levantó el banderín. Además, en un mano a mano no pudo superar al portero. El palo volvió a colaborar con el cuadro barquense en un lanzamiento de falta de Andy, una de sus grandes especialidades.

En los últimos minutos, la Ponferradina seguía buscando la forma de ampliar el marcador y el joven Raly pudo hacer su primer gol de no ser porque Omar se cruzó y cortó su chut. Fue un buen test para José Manuel Díaz, en el que mostró su idea de jugar con dos delanteros y sorprendió con la inclusión de Acorán más centrado que a lo que está acostumbrado. El resultado de 0-1 fue lo de menos en Calabagueiros, ya que los centenares de aficionados que acudieron al partido pudieron colaborar con Asfaval —Asociación de familiares de personas con discapacidad intelectual de Valdeorras—, auténtico protagonista del encuentro amistoso.