Un paradón de Dinu en el minuto 77 de partido le dio un punto importante a la Deportiva en Valladolid, ante uno de los equipos favoritos a ascender directamente a Primera División. Fue en una acción hilvanada por Óscar que, ya dentro del área, la dejó a su homónimo Óscar Díaz y éste se lo pensó y fusiló a su lado derecho. El portero rumano, que decidió intuir para donde iba a disparar por la forma de colocar el cuerpo acertó y recibió el impacto del esférico en su cuerpo. Una acción destacada del guardameta que le da moral a la Deportiva de cara a los próximos partidos.

Con homenaje al Día Mundial contra el Cáncer de Mama saltó el Valladolid al campo. Bonita iniciativa en el día previo a que se celebre. Pero nada más darse el pitido inicial se olvidaron de festejos y empezaron las hostilidades. Óscar se presentó ante Dinu, que le achicaba cada vez más espacio, no vio el hueco y decidió pasar al delantero Óscar Díaz, quien remató manso pero con dirección a portería, en la que no estaba el portero. Cuando ya celebraba el gol apareció Carpio para despejar. Casi sucede algo "raro" como diría Manolo Díaz: encajar en el tercer minuto de partido.

Carpio detiene la subida de Peña | Foto: Ángel Becerra - Real Valladolid

Sin embargo, lejos de tranquilizar a los equipos el ataque tan tempranero del Valladolid, sirvió como revulsivo para la Ponferradina que probó fortuna con un disparo cruzado del propio Carpio y con una jugada por banda y línea de fondo de Pablo Infante que mandó Javi Varas a córner. Aún continuaron fallando las defensas, que estaban intentando ajustarse. Bergdich cazó un balón suelto y se plantó dentro del área, un poco escorado. Disparó potente con la derecha y Dinu, bien situado detuvo el trallazo.

Falta sobre Alberto Aguilar en el gol anulado

La oportunidad del franco-marroquí sirvió para que empezase la calma. El Valladolid, más en contacto con el balón, buscaba a las balas que tenía en las bandas: Mojica y Bergdich. Óscar y André Leao surtían de balones a ambos que no tenían suficiente espacio para aprovechar su punta de velocidad. Aún así, casi sin hueco, Zakarya Bergdich se sacó un centro flotante a la frontal del área pequeña de Dinu. El rumano no logró despejar y le quedó manso para que Mojica rematase de cabeza. Alberto Aguilar falló de manera inexplicable el despeje y el colegiado señaló gol indicando el centro del campo con su brazo. Pronto rectificó Trujillo Suárez su decisión a raíz de su asistente. Éste percibió un agarrón de Óscar Díaz sobre el central cordobés que prevaleció sobre el gol porque implicó que no pudiera impactar con el balón.

Esa acción, a pesar de la decepción al ser anulada, supuso una brisa de aire fresco para los pupilos de Rubi, que lo intentaron hasta el final de la primera parte pero sin crear más peligro. Al reanudarse el partido en la segunda parte, el Valladolid había perdido esa chispa que le mantenia como favorito en el partido. Durante quince minutos la Deportiva dominó el cuero y, aún sin inquietar a Javi Varas, parecía tener el encuentro bajo control.

Revolución con las dobles sustituciones

Rubi y Manolo Díaz decidieron cambiar el rumbo del partido. El entrenador local decidió refrescar las bandas, dando entrada a Omar y Jeffren por Bergdich y Mojica, mientras que el visitante apostó por reforzar el centro del campo incluyendo a Jonathan —sorprendetemente suplente— por Berrocal y dar algo de aire a la banda derecha con Rubén Sobrino por Cristian. Sacrificó la delantera, en la que dejó como una isla a Yuri. El excanterano del Real Madrid, Sobrino, tuvo una gran oportunidad nada más entrar en una jugada individual. Se fue de Chica y definió colocado un poco desviado de la meta de Javi Varas.

Omar y Jeffren permitieron al Real Valladolid poder continuar pinchando por ambos laterales, tanto a Carpio como a Camille. Y, en un balón que controló Óscar dentro del área, se la volvió a dejar a Óscar Díaz que, solo frente a Dinu, se topó con el rumano. Paradón por intuición y de reflejos que mantuvo a cero el marcador. Esa oportunidad tan clara, pues estaba a escasos ocho metros de la portería y en una posición centrada, hizo que los vallisoletanos bajasen un poco los brazos hasta la recta final.

El esfuerzo físico pasa factura

La tensión defensiva de la Deportiva fue perfecta y no cometieron ningún fallo pero hubo dos grandes perjudicados, Alberto Aguilar y Camille. Ambos acabaron con molestias y, de hecho, Aguilar se retiró en camilla y tuvo que entrar Óscar Ramírez. En el caso del lateral francés, cuando quería frenar tras un sprint, se echó la mano a la parte trasera de su pierna con intensas muestras de dolor. A pesar de tener que cojear siguió el partido para no dejar a su equipo con diez en unos minutos tan importantes. En los últimos segundos de partido más el descuento el equipo de Rubi empujó más que nunca, con más corazón que cabeza y ello casi le cuesta perder el punto que llevaban. Yuri controló en la línea divisoria y vio a Rubén Sobrino pasar como un obús, controló y, un poco escorado, definió tras casi setenta metros de sprint a los pies de Javi Varas.

Los balones colgados al área no surtieron efecto y el empate, que es positivo para la Ponferradina, se decretó. El Valladolid suma su quinto partido consecutivo en casa sin perder, mientras que la Deportiva logra un punto más como visitante, que se acumula a la victoria lograda en Soria. Ambos seguirán en la parte alta de la clasificación al término de la novena jornada.