El ambiente de la Nueva Condomina ya avecinaba que el duelo entre Real Murcia y Tenerife sería un partido complicado. Las condiciones climatológicas no acompañaban, al igual que un césped, que no se encontraba en las mejores condiciones.

Un inicio prometedor

Pero el inicio del partido sorprendió. Al contrario que en otras ocasiones, el Real Murcia comenzó muy activo, desarrollando un buen juego y sin ceder terreno a su rival. El Tenerife no quiso ser menos, y en vez de achantarse ante el equipo local, realizó un juego ofensivo parecido. Algo que dio como resultado unos primeros compases de partido, muy igualados, en los que ninguno de los dos equipos consiguió crear una ocasión realmente peligrosa.

El primer gol llegó tras un error defensivo del Real Murcia

Y así, con ambos equipos todavía situándose en el terreno de juegos, sin quererlo ni beberlo, llegó el primer gol del partido, tras un error defensivo del Real Murcia. Gutiérrez mandó desde su portería un balón largo que, tras una mala defensa, acabó en los pies de Ayoze. Éste se deshizo de Mauro y Dorca, para dejar el balón colocado a Aridane, quien no tuvo más que empujar el balón dentro de la portería, pues Castro ya estaba vencido.

Reacción pimentonera

El equipo pimentonero lejos de venirse abajo, siempre parece necesitar un gol contrario para empezar a reaccionar, y así ocurrió. No paso más de un par de minutos para que llegara una clara ocasión de empate, en la que Alex mandó un centro al área, que Saúl dejó pasar por debajo de las piernas, pero nadie acertó con un buen remate. El Real Murcia comenzó a dominar el partido, comandados por Saúl y Eddy, que fueron los más destacados durante esos minutos. El norteño volvió al once titular, y no defraudó, sus compañeros le buscaban constantemente, y no tardó en proclamarse el mejor jugador de la primera parte.

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Los locales adelantaron sus filas, mientras que el Tenerife se dejaba hacer

La situación del partido había cambiado: los locales apretaron y adelantaron sus filas, y el Tenerife, se dejó hacer. Una nueva ocasión del Real Murcia volvió a poner en aprieto a los isleños, gracias a una buena combinación de Saúl, Eddy y Tete, dónde el centro de éste último al área, terminó con un remate de Saúl que se fue alto. Los visitantes reaccionaron y ejercieron unos minutos de presión, pero fue como un suspiro, pues no tardaron en volver a su campo. A pesar de mantenerse precavidos, los canarios no estaban totalmente encerrados, ya que tenían la defensa adelantada.

Rondaba el minuto 27 de partido cuando, en un saque de esquina del Real Murcia, salió el balón rebotado. El esférico le llegó a Alex, que controló y abrió hacia Saúl, éste dribló al defensa y mandó un centro raso a Kike, que tras un giro dejó en el sitio a la defensa y puso el empate en el marcador.

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Segundo error, segundo gol

El Tenerife seguía visitando de vez en cuando el campo contrario, pero sin crear peligro alguno. Esto fue en gran medida gracias a la actuación de Dorca, Acciari y Eddy, que se repartieron muy bien la presión y no permitieron el avance de los visitantes. En los últimos minutos de partido, la tuvo el Real Murcia en dos ocasiones distintas: un centro perfecto de Molinero, que no encontró rematador, y un tiro de Tete que se fue pegado por encima del travesaño. Cuando más cerca estaba el partido de decantarse hacia el bando local, una acción, de nuevo mal defendida, acabó en penalti, provocado por Ayoze. Luismi Loro no perdonó, y el Real Murcia se fue al descanso con dos fallos defensivos que bien valieron dos goles.

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Segundo tiempo a la deriva

El frío y la lluvia que comenzó a arreciar en la segunda mitad pareció afectar de sobremanera a ambos equipos, que salieron del túnel de vestuarios completamente apagados. Al equipo grana aun le duraba la conmoción producida por el segundo gol, mientras que el Tenerife, liderado por un imperial Ayoze, se asomó con timidez a la meta defendida por Casto.

La línea de tres en el medio del Murcia, perdió mucha presencia, y el equipo de Velázquez se deslocalizó por completo del terreno de juego. Además Saúl, desapareció totalmente. Ante esta situación, el técnico grana no tardó más de quince minutos en introducir las primeras rotaciones, dando salida a Saúl y Eddy en pos de Wellington Silva y Malonga.

Los cambios no resultaron, y terminaron por desquebrajar al Real Murcia

Estos cambios terminaron de deshacer al equipo, que se partió por completo. La línea de la pareja de medios era incapaz de gobernar el choque en el centro del campo, superado por un Tenerife que comenzó a acumular mucha gente en el centro. A su vez, los cuatro hombres más adelantados no lograron enlazar una jugada de más de tres pases, lo que provocó que el equipo fiase todo su juego a acciones aisladas, tanto por una banda como por la otra. Los tinerfeños, por su parte, se encontraron cada vez más cómodos y, excluyendo alguna acción a balón parado que llevo el “uy” a las gradas de la Nueva Condomina, parecieron tener el partido controlado en todo momento.

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Los cambios murcianos no tuvieron ningún efecto, y si bien Wellington lo intentó con más intención que efectividad, Malonga completó una media hora totalmente desacertada. Esta fue la historia de un segundo tiempo para olvidar por parte del Real Murcia, ante un Tenerife al que bastaron dos errores y un buen orden defensivo para sacar el máximo botín de tierras murcianas.

Futuros rivales

El 1-2 final da aliento al Tenerife, que toma aire en la lucha por el descenso, a la vez que oscurece un poco más al Real Murcia, que en este 2014 sigue sin encontrar el punto de frescura y de chispa necesarios, que le llevaría a luchar por los puestos nobles de la tabla. La próxima jornada, los pimentoneros tendrán una dura visita al Estadio Alfredo Di Stefano, para verse las caras con el Real Madrid Castilla, mientras que los isleños recibirán la visita del Sporting de Gijón.