Aunque sean los más ignorados y sacrificados en las victorias y derrotas, respectivamente, un buen equipo no es nada sin un portero. Casto, guardameta del Real Murcia, lo ha demostrado unas cuantas veces esta temporada, rescatando puntos que se escapaban y decidiendo situaciones complicadas en una Liga donde todo está muy apretado y un fallo puede condenar a un club al descenso. Esta mañana nos ha dado sus impresiones sobre los últimos sucesos alrededor del vestuario.

La conclusion que se puede sacar es que la actual situación del equipo, a un punto del Tenerife, que ocupa la última plaza del playoff de ascenso a Primera, se debe a las extraordinarias "ganas, intensidad y querer de los jugadores". Pese a que podían haber conseguido acercarse al máximo objetivo, se muestra "muy contento" con el empate cosechado en la última jornada contra el Córdoba, contra quien "recuperaron sensaciones" que faltaron en anteriores encuentros, aunque admite que "igual merecieron más".

Cuestionado por su compañero Malonga, con un rendimiento más que irregular, ejerció de peso fuerte dentro del vestuario del club pimentonero, recalcando que "lleva trabajando muy duro toda la temporada" y que "su trabajo es el mismo", aunque ahora parece tener suerte de cara a portería, una bondad que esperemos se prodigue mucho en la parte final y decisiva de la temporada.

Intentando "conseguir el mayor número de puntos posibles" que dejen al equipo "cerca del objetivo", tratarán de vencer sus dos próximos compromisos, en casa, siendo el primero de ellos ante el Sabadell, que viene fuerte tras el cambio de entrenador. Casto pide ayuda a la afición, el jugador número 12, y le anima a asistir al estadio pues su comprensión y apoyo es "parte del éxito".