"Era complicado. Osasuna que también se la jugaba. Sabíamos el tipo de juego que hace, pero con nuestras armas planteamos un partido con transiciones y cambios de banda para buscarle las espaldas. Llegamos varias veces, tuvimos nuestras oportunidades, peleamos, pero los errores se pagan muy caros", respondía el entrenador del Recreativo tras la derrota en el Sadar, que hacía al Decano equipo de Segunda B.

Domínguez ha mostrado la situación actual de los jugadores: "Están sumidos en una tristeza profunda. Hace dos semanas que estábamos muertos, tuvimos una reacción muy buena, pero esa intensidad nos ha costado caro. Perdimos a Caye a última hora, que era un jugador muy importante para nosotros en la estrategia de este partido y que estaba creciendo mucho. Pero no perdimos por esto".

"Pedirle perdón a todos los aficionados del Recreativo. Esperaba que llegásemos aquí vivos y lo hicimos. Sabíamos que era un partido muy complicado. Teníamos que tener mucha atención al balón parado y fallamos en dos momentos cruciales y se complicó todo. Hemos luchado con el corazón y la segunda parte ha sido muy mala", así se expresó José Domínguez a los seguidores del equipo albiazul en rueda de prensa. 

A pesar de ello, el portugués acabó mandando un mensaje esperanzador a la afición: "El Recre es el Decano y no va a acabar nunca. Es una institución muy grande. Hay que levantar la cabeza porque tenemos un partido el próximo fin de semana. Queremos terminar con una victoria porque no sabemos lo que puede pasar. Hay que esperar que lo más rápidamente posible el Recre vuelva, no a Segunda, sino a Primera, que es donde creo que tiene que estar. Hay que levantar la cabeza, seguir apoyando a este equipo y a esta institución. Los jugadores lo han dado todo. Hay que tener orgullo de esta gran institución".

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